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El punto de recarga para vehículos eléctricos de la Plaça Imperial Tarraco no ha entrado en funcionamiento cinco meses después de su instalación. De hecho, aún no hay la conexión con la red de suministro, un aspecto que la administración local calcula que podría resolverse «aproximadamente a finales del mes de agosto».
A principios del pasado mes de febrero se pintó la plaza de estacionamiento reservada, delante del edificio de la antigua Facultat de Lletres. La actuación duró pocos días en los que se dejó lista la instalación del aparato de recarga rápida, con 50 kw de potencia y sistema de pago integrado. Esto permite una carga para 120 kilómetros de autonomía en menos de treinta minutos. Formaba parte de un proyecto más ambicioso, impulsado desde la empresa de Aparcaments Municipals de Tarragona.
El de la Imperial era el último de los cinco nuevos puntos de carga que se recogía en el proyecto que el Ayuntamiento presentó a principios de agosto del año pasado. Según se explicó en aquellos momentos, el inicio de las obras de la estación eléctrica de la Imperial estaba previsto para el mes de septiembre del año pasado. «Una vez finalizadas, Endesa hará los trabajos de conexión por tal de tener suministro», se explicó. Los trabajos no comenzaron el mes siguiente, sino que lo hicieron cinco meses más tarde y el aparato aún no sirve para nada.
El Ayuntamiento de Tarragona justifica que «la empresa encargada del suministro eléctrico (Endesa) no ha podido aportar aún el suministro». Pese a ello, la compañía eléctrica defiende que la petición municipal no llegó a los técnicos hasta el pasado día 20 de julio. «El gestor con el que el Ayuntamiento habla los temas del día a día no tenía conocimiento de esta solicitud», indicó la empresa.
Endesa asegura que en un plazo de «dos a tres días» estará resuelta la conexión. Paralelamente, apunta que está investigando si el Ayuntamiento utilizó otra vía que no es la habitual para dirigirse a la compañía.
Cinco nuevas estaciones
«Esto es ridículo. Al menos antes la gente podía aparcar el coche y esperar, pero no tenía ningún sentido su ubicación tan céntrica, ni tampoco lo tiene que aún esté de esta forma sin conectar», afirma Álvaro Moreno, mientras espera el autobús que para a escasos metros del futuro cargador. No hay ni un cartel ni nada que indique que está fuera de servicio.
En cambio, en las estaciones instaladas en la Vall de l’Arrabassada, la Anella Mediterrània, Les Gavarres y la calle Vidal i Barraquer (cerca de Tabacalera) sí que se puede cargar.
Aparcaments Municipals de Tarragona instaló cuatro puntos de recarga de vehículos en las instalaciones deportivas de Campclar en verano del año pasado. En esta caso, la recarga es semi rápida, lo que permite que en treinta minutos se garantiza la autonomía para cien kilómetros. Con esta inversión, se impulsaba una apuesta por el vehículo eléctrico que hasta el momento solo tenía una estación de carga promovida desde la administración en el párking Saavedra.
