'El carilló es un incentivo más, pero no suma ventas'

De los fans, a los hartos. Cuando se cumple el primer aniversario del estreno del Seguici Popular en el Mercat Central de Tarragona, nadie sigue indiferente

22 noviembre 2019 09:00 | Actualizado a 22 noviembre 2019 09:45
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El Carilló del Mercat Central ya suma más de 730 pases. Quizás alguno menos, ya que no hay que olvidar que en los primeros días de funcionamiento tuvo que hacerse algún ajuste en las puertas, que no acababan de abrir bien. Pasados estos problemas iniciales, casi no se ha vuelto a hablar de éste y en una ciudad como Tarragona, que tiende a ser un poco ceniza, esto es una buena señal.

El Carilló ayer soplaba su primera vela de aniversario. Aunque se quedó sin pastel y sin velas. La imagen de ayer, con los marchantes a grito pelado pregonando sus ofertas, nada tenía que ver con la de hace un año, en la que el Ayuntamiento puso la alfombra roja para un estreno de película.

Lejos han quedado las multitudes plantadas en el centro de la Plaça Corsini, esperando la salida de las figuras del Seguici Popular. Pero el Carilló no ha caído en el olvido. Prueba de ello es que todos los días, cuando faltan pocos minutos para las doce del mediodía, siempre hay alguien que se queda parado, saca el móvil y no vuelve a guardarlo hasta que han sonado las últimas notas del pasodoble más popular de Tarragona.

Un respiro

Para María Encarnación los 3 minutos y 41 segundos que dura el espectáculo son un pequeño respiro. «Todos los días está claro que no, pero yo si tengo la oportunidad me gusta pasar y pararme para verlo. No sé, llega un momento que vas todo el día corriendo. Ni siquiera miras lo que pasa a tu alrededor. En cambio, el Carilló es la excusa para detenerse, darse un respiro y seguir adelante», aseguraba. Una decisión que compartía alrededor de unas veinte personas, que son las que cuando se inició el pase de las doce del mediodía se pararon en la puerta trasera del Mercat Central.

Hay fans del Carilló y detractores. También hay los que les resulta indiferente y los que están hartos de escuchar a diario el Amparito Roca. «Me tiene aburrido, pero está claro que tiene cosas buenas y otras de no tanto», argumentaba Josep Santiago. Es marchante y le tocó la zona más próxima, allí a donde acostumbra a pararse el público los martes y jueves, cuando hay mercadillo. Santiago no comparte los 90.000 euros de inversión que supuso, aunque reconoce que «en verano esto estaba a tope».

El elevado coste hizo que algunos paradistas del mercado lo acogieran con cierto rechazo en un primer momento. «Hubo detractores, pero ahora es un elemento más que forma parte del mercado. Fue un acierto», apunta la presidenta de la Associació de Venedors del Mercat Central, Montse Bertran.

El presidente de la Unió d’Empresaris Voltants Mercat Central, Josep Maria Joan Biosca, también hace un balance positivo. «Está claro que ha traído a mucha gente que viene apuesta, por lo que ha sido una buena inversión y encima tiene su encanto». El propietario de Pirineos Tres sufrió todas las etapas que comportó la remodelación del mercado y su entorno. Fueron once años que los pocos comerciantes que consiguieron sobrevivir no olvidan. «Realmente la zona ha mejorado, pero aún falta mucho empuje. Desde el Ayuntamiento debe seguirse aportando más para que toda esta zona recupere su esplendor», añade.

La gerente de la tienda de ropa DNI 39 también opina que Corsini y su entorno está volviendo a despertar. «La zona parece que quiere arrancar y está claro que el Carilló es un incentivo más para que venga la gente», decía. Ésta es otra de las tiendas supervivientes que convivió durante casi once años con el polvo. «Si el balance es a nivel comercial, está claro que esto no nos ha aumentado las ventas, pero es un aliciente más», añadía.

El gerente de Espimsa, Dídac Nadal, apuntaba que el reloj con las figuras del Seguici «aumenta este protagonismo del auténtico icono, que en todo caso es el edificio modernista del Mercat Central».

El edil de Junts per Tarragona no ha tomado una decisión sobre si finalmente habrá un tercer pase en verano, a las ocho de la noche, tal y como se había apuntado. Espera que sea la dirección del Mercat, con el nuevo gerente de Espimsa, quien acabe definiendo si deberán introducirse cambios.

Por el momento, la presidenta de la Associació de Venedors del Mercat Central considera que debería incentivarse la promoción turística de este elemento. «Quizás una solución sería hacer trípticos o algo que puedas encontrarte en las recepciones de los hoteles, en los que puedan verse los horarios de las actuaciones y con algunas fotografías históricas», apuntaba.

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