El catálogo musical de la Catedral, culminación de décadas de trabajo

El inventario, cuyas primeras tareas se remontan a los años 1976 y 77, cuenta con más de 1.500 obras manuscritas

19 mayo 2017 19:48 | Actualizado a 21 mayo 2017 21:23
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El Seminari acogió ayer la presentación del nuevo Catàleg del Fons Musical de l’Arxiu Capitular de Tarragona, que incluye más de 1.500 obras manuscritas: 1.114 obras de autor, 299 obras anónimas, 74 libros corales, 5 libros de facistol y 118 impresos. Se trata de obras de los siglos XVII, XVIII, XIX y primer tercio del siglo XX, y su catalogación y digitalización presentada ayer ha sido posible gracias al minucioso trabajo de los musicólogos Francesc Bonastre por Josep Maria Gregori y Montserrat Canela.

Se trata de una recopilación de suma importancia, tal como explica la propia Canela:«Tiene un valor brutal. No se concibe en el siglo XXIuna catedral que no tenga inventariadas o catalogadas sus obras musicales. Y la Catedral de Tarragona éramos de las pocas que todavía no lo teníamos. Sólo por eso, el trabajo ya tiene un valor», explica, y añade:«Además, esta música forma parte del patrimonio cultural de la ciudad. Igual que tenemos el patrimonio romano, éste también tiene que ser conservado, respetado y divulgado».

Para Canela, que actualmente ultima su tesis doctoral sobre el que fue maestro de capilla de la Catedral entre 1770 y 1789, Antoni Milà –de ahí su estrecha relación con el fondo musical catedralicio, que la llevó a participar en el proyecto–, «si se quiere entender el funcionamiento de la ciudad de esa época, especialmente de los siglos XVIIIy XIX, también hay que tener en cuenta la música». «No sólo hay que considerar lo que sucedía a nivel político, social... También hay que tener una visión cultural, que por tanto debe incluir la música, y también la de la Catedral. La gente tiene que saber que esto existe, y los músicos tienen que poder tocar esta música», sostiene.

Décadas de trabajo

El proceso de catalogación del fondo musical del Arxiu Històric Arxidiocesà de Tarragona tiene un antecedente en los años 1976 y 77, cuando a la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB)se le permitió el acceso al archivo, que contenía miles de partituras, y se comenzó la tarea de microfilmación y catalogación. Sin embargo, el proceso se detuvo a los dos años y permanecería paralizado varias décadas.

?Hasta que a Montserrat Canela, entonces estudiante de Musicología en el Conservatori del Liceu, le propusieron, en el año 2000, que se presentase al Premi Final de Carrera. Como tarraconense, eligió un tema vinculado a su ciudad:Anàlisi i transcripció del villancet Los llorones, d’Antoni Milà, fue el título de un trabajo que, en efecto, obtuvo el premio final de carrera en 2003. Aquel proyecto fue su primera aproximación al maestro de capilla al que ahora está dedicando su tesis doctoral y, por otro lado, supuso su primer contacto con el Arxiu Històric Arxidiocesà. A raíz de aquello, además, se animó a iniciar la tesis doctoral, que decidió dedicar a Milà (en 2009 ya leyó la tesina y este octubre planea defender la tesis).

Pidió permiso para poder seguir teniendo acceso al ArxiuArxidiocesà y a las partituras, para proseguir la investigación, y en ese momento se convirtió en «bisagra», como ella misma lo define, entre el Arxiu y la UAB, entre la actualidad y aquel primer intento de catalogación que la universidad vallesana había puesto en marcha en los 70.

El doctor Josep Maria Gregori, que para entonces ya había iniciado la colección Inventaris dels fons musicals de Catalunya –a la que pertenece el presentado ayer– y que casualmente había sido uno de los becarios de la Autònoma que habían trabajado en aquel primer inventario, era ahora doctor y catedrático, y se interesó por el proyecto. La predisposición desde el Arxiu y el Capítol de la Catedral por finalmente catalogar toda su fondo musical hizo el resto. «Se dieron todas las circunstancias y, paralelamente a mi tesis, se reactivó también la catalogación», explica Canela.

Desde entonces, han pasado varios años de intensa catalogación y digitalización, de revisión y corroboración de los trabajos llevados a cabo entre 1976 y 77, y finalmente de edición. Todo ello culminó con la presentación de ayer, en un acto que estuvo presidido por el arzobispo, Jaume Pujol, y en el que intervinieron también Miquel Barbarà, maestro de capilla de la Catedral; el director del Arxiu Històric Arxidiocesà de Tarragona, Manel Fuentes; el dean del Capítol de la Catedral, Joaquim Fortuny; el director del Complex Industrial Repsol en Tarragona, Josep Francesc Font –por la contribución de la empresa a la edición–; además de Canela y Gregori.

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