El comercio ‘online’ se dispara

El día a día de la sociedad es muy diferente a como lo conocíamos hasta hace un mes. El coronavirus ha modificado de manera firme las rutinas de todos. El teletrabajo se ha multiplicado y se ha instalado ya con una cierta naturalidad en muchos de los domicilios de España. No solo ha cambiado la vida a nivel laboral, sino que las actividades de ocio también han variado. Esta modificación de hábitos ha tenido diferentes impactos, entre ellos en el consumo de la sociedad. 

Lo primero que ha cambiado es que el ciudadano cada vez se está habituando más a comprar de manera online. Esta ya era una práctica que había ido creciendo de manera evidente en los últimos años, pero que ha acelerado su crecimiento en las últimas semanas. Según los datos recogidos por el comparador de seguros Aciertos.com, el comercio electrónico ha crecido un 55% durante la cuarentena. 

«La situación en la que nos encontramos nos marca la forma de comprar. Nuestra realidad se ha roto, se ha pasado de darle mucha importancia a la parte social a darle importancia a las primeras necesidades», explica Ana Isabel Jiménez, profesora de los Estudios de Economía  y Empresa de la UOC

Un comportamiento que se ha acentuado durante este confinamiento pero que podría instalarse ya de manera definitiva en nuestro día a día: «Mucha gente que antes era reacia a la vía digital, como ya ha hecho la experiencia, lo implantará en su manera de comprar», recalca Ana Isabel Jiménez Zarco, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC.

Más allá de que ahora se compra por Internet, también se compra diferente. Hay productos que han aumentado de manera impresionante su demanda, mientras que otros han visto caer en picado sus ventas. Estos cambios vienen marcados en gran parte por la variación de la rutina diaria. 

Esto es un hecho que reconoce Zarco: «La situación en la que nos encontramos nos marca la forma de comprar. Nuestra realidad se ha roto, se ha pasado de darle mucha importancia a la parte social a darle importancia a las primeras necesidades. Por eso en las primeras semanas de confinamiento se compraron muchos productos de primera necesidad. Ahora, como todo se ha tranquilizado un poco y vemos que ya tenemos las primeras necesidades cubiertas, hemos pasado a comprar productos más sociales». 

El teletrabajo ha provocado que la venta online de la tecnología de consumo se haya disparado durante la cuarentena. «Esto viene marcado porque cuando tienes la necesidad, compras. Ahora mucha gente está diez horas trabajando delante de una pantalla y por eso compra más herramientas para ello», explica la especialista en tendencias del mercado. 

El producto más demandado han sido los ordenadores portátiles, que han visto cómo sus ventas han aumentado en más de un 40% desde que se declaró el estado de alarma si se compara con el mismo periodo de tiempo del año pasado. Esto entra dentro de la lógica, ya que es la herramienta de trabajo más indispensable para laborar desde el propio hogar. Sin embargo, hay otro producto estrella y son las impresoras multifunciones, que han visto incrementada su venta en más de un 170%. Los monitores, con una subida de más del 100%, y los ratones, que ha superado su venta en un 84%, son los otros productos de la tecnología del consumo que se han visto beneficiados por el auge del teletrabajo.

Para la profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, el teletrabajo va a cobrar una mayor importancia en nuestro retorno a la normalidad tras la experiencia vivida: «¿Si somos capaces de ser productivos desde casa porque tendríamos que volver al lugar de trabajo? Esto no gustará a todos porque somos sociales, pero el teletrabajo ganará peso en el día a día laboral.

Además, la empresa ahorrará gastos y hay trabajadores que estarán contentos y trabajarán más horas. El teletrabajo será una alternativa real en la nueva normalidad».

Más allá de los productos relacionados con la vida laboral, hay otros productos relacionados con el ocio que también han visto disparadas sus ventas. Uno de los principales sectores que se han visto beneficiados es el gaming. Ahora se venden muchas más consolas y videojuegos. De hecho, en la penúltima semana de marzo, una de las primeras de confinamiento, la venta de estos productos superó el 173% en comparación con la misma semana en el año 2019. 

Sergi Ruiz es una de esas muchas personas que han decidido recuperar su vieja afición por los videojuegos aprovechando el confinamiento. «Al tener más tiempo libre decidí mirar por internet a ver si había alguna consola que estuviera bien de precio y vi por Wallapop que había mucha oferta de Wii. Después de comparar algunas ofertas me decanté por una que valía 70 euros y que traía varios juegos, y que además era muy completa por los accesorios que llevaba: mandos, alfombra de baile... Nunca he sido muy de jugar a la consola y tampoco quería gastar mucho, pero es un pasatiempo más para entretenerse cuando estás en casa sin poder salir y para desconectar de las obligaciones, porque hay que tener en cuenta que trabajo desde casa. Tampoco había comprado nunca por Wallapop y muy poco por internet, pero he visto que era una opción segura y me he animado. En un par de días me llegó la consola de segunda mano y sin problemas», explica el tarraconense. 

El material deportivo y de gimnasio también ha ganado muchos compradores en estas últimas semanas. Acierto.com señala que el material deportivo ha incrementado su venta en un 200% y destaca especialmente el auge de las bicicletas estáticas, que han aumentado su demanda en un 450%. Para Zarco esto se produce por dos vertientes, el fenómeno social y la necesidad de actividad física: «Ahora hacer deporte también se ha vuelto una necesidad social. Nos dejamos llevar mucho por las tendencias de opinión. Tenemos mucho tiempo libre, pero el cuerpo también nos lo pide. Hay una necesidad física que te pide deporte y movimiento».

El sector textil sufre

El nuevo modo de vida de la sociedad ha disparado el consumo de algunos productos, pero también ha disminuido de manera considerable la venta de otros. Especialmente se ha visto perjudicado un sector textil, que ha bajado sus ventas hasta en un 70%. La venta de entradas y espectáculos también se ha visto golpeada y ha bajado en un 55% sus ventas.