El comercio teme que otro otoño de protestas hunda las ventas en Tarragona

El sector económico pide «estabilidad y diálogo» a los políticos para evitar protestas en la calle y manifestaciones que provoquen una caída de los ingresos parecida a la del año pasado 

03 octubre 2018 10:11 | Actualizado a 31 octubre 2018 11:43
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El sector comercial de la demarcación de Tarragona teme que la reactivación de las manifestaciones y el incremento de la tensión por la situación política hunda de nuevo las ventas, como ya pasó a finales del año pasado.

Según la mayoría de los indicadores e informes realizados, hace doce meses la actividad económica se contrajo más de un 20% entre octubre y noviembre de 2017, una circunstancia que, ahora, los representantes comerciales temen que vuelva a repetirse en cifras similares si se produce un nuevo otoño caliente. 

La crisis vivida a lo largo del mes de septiembre, las imágenes de violencia del 1 de octubre, la huelga general del 3 de octubre, las movilizaciones por los encarcelamientos de Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, así como la declaración de independencia del 27 de octubre generaron un clima de tensión que provocó en 2017 que muchos ciudadanos se quedaran en casa y evitaran el gasto ante la incertidumbre social, política y económica que se vivía en Catalunya durante la mayor crisis institucional entre Generalitat y Gobierno Central desde la recuperación de la democracia. 

«La afectación fue importante»

El temor, ahora, es que la situación se repita, ni que sea en una versión más light. De momento, el pasado lunes se llevó a cabo la primera jornada de movilizaciones de este otoño, que podrían repetirse en las próximas semanas. «Si vuelve la inestabilidad, el gran perjudicado será el comercio de proximidad.

Las manifestaciones y las imágenes de desorden no ayudan a la actividad económica», asegura el presidente de Pimec–Comerç en Tarragona, Florenci Nieto, quien añade: «Esperamos que no se repita la situación del año pasado, ya que la afectación fue muy importante». El representante de la patronal añade que «necesitamos políticos con cordura que apuesten por el diálogo». 

De manera contundente se expresa el presidente de la Confederació Empresarial de la Província de Tarragona (CEPTA) –Josep Antoni Belmonte–, quien asegura que «la incertidumbre política ha tenido repercusiones económicas». Belmonte añade que «en pocas ocasiones las situaciones de tensión benefician el comportamiento de la economía y de las empresas. Y la previsión de un otoño caliente es una noticia que podría alterar la economía».

El líder de la patronal recalca que «es evidente que la situación política y las consecuencias que se derivan pueden ayudar a disminuir el peso y la representación de Catalunya en cuestiones que son esenciales para nuestra economía», y lamenta que «en el último encuentro que se llevó a cabo hace pocos días, en Barcelona, para defender el Corredor del Mediterráneo hubo poca representación de la Generalitat». 

Lejos de fomentar las manifestaciones, la presidenta de la Cambra de Comerç de Tarragona, Laura Roigé, apuesta por «llevar a cabo acciones que dinamicen la actividad económica y ayuden a que las empresas  funcionen». La representante del ente cameral reivindica que «se lleven a cabo las inversiones previstas en infraestructuras», para que se puedan explotar todas las posibilidades económicas del territorio.  

«Que no se pierda la confianza»

En la misma linea se expresa el presidente de La Via T de Tarragona, Salvador Minguella, quien recalca que «después de lo del año pasado, volver a caer de nuevo sería un desastre». El líder comercial recalca que, tras el descenso en las ventas de finales de 2017, «ha costado mucho poder recuperar la actividad, que no se ha logrado en su totalidad.

Está claro que la inestabilidad provoca que la gente no gaste. Lo que queremos es tranquilidad, no más tensión», especifica Minguella. El presidente de la entidad tarraconense reivindica que «de momento, 2018 va bien, pero si vuelve a haber follón volveremos a tirar hacia atrás. Y lloverá sobre mojado...», remarca.

Desde Reus, el presidente de la Unió de Botiguers de la capital del Baix Camp, Àlfred Pitarch, resalta que «no tenemos miedo de que sean unos meses con movilizaciones, pero está claro que la inestabilidad siempre afecta, ni que sea un poco». En esta linea, el reusense afirma que «la principal afectación se produce en aquellas empresas que tienen relaciones con el resto del Estado», ya que por lo que se refiere a los consumidores de proximidad, «la situación política no afecta demasiado».

Pitarch considera que «el problema de fondo es que hay una crisis de consumo que se ha quedado, ya que no hay ningún motor económico que tire de la economía», un hecho que «se suma a la bajada del turismo».

Finalmente, el secretario general de la UGT en Tarragona, Joan Llort, advierte de que «la imagen que se da es preocupante», ya que «la Generalitat debe trabajar para toda la sociedad y hacer políticas para mejorar la situación y no atizar el fuego con más gasolina».

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