El coronavirus paraliza el presupuesto de Tarragona de 2021

Incertidumbre Ricomà no tiene aún el esbozo de las cuentas ante las dudas sobre la afectación que la pandemia tendrá en la aportación estatal

29 octubre 2020 18:10 | Actualizado a 09 enero 2021 18:57
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Está a punto de finalizar el mes de octubre y, en estos momentos, el departamento de Tresoreria del Ayuntamiento de Tarragona –como la práctica totalidad de los consistorios– no sabe aún la aportación que tendrá en 2021 por parte de la Administración General del Estado. Por ello, a día de hoy el equipo de presupuestos municipal no ha podido cerrar el primer esbozo de las cuentas del próximo año, que se espera que puedan ser debatidas en el pleno municipal telemático antes de final de año. Como mínimo, esto sería lo previsible en un año normal, pero ahora el documento está paralizado ante la incertidumbre que hay.

Faltan, pues, escasamente dos meses para –teóricamente– poder avalar los números de 2021, y el gobierno municipal (ERC-Comuns) aún no se ha podido reunir con las formaciones de la oposición para buscar los apoyos necesarios para tirar hacia adelante las previsiones de un 2021 que, en estos momentos, es toda una incógnita debido a la pandemia del coronavirus. Pero... ¿por qué no ha habido aún ningún contacto, pese a que el ejecutivo liderado por el alcalde Pau Ricomà (ERC) está en una clara minoría en el Saló de Plens, con solo nueve ediles sobre 27? La respuesta es fácil: en estos momentos bailan varios millones de euros.

Este año, un 23% de los ingresos

Según las cuentas de 2020, la aportación estatal significa más de un 20% de los ingresos ordinarios del Consistorio. Así, para este año hay 38,6 millones previstos de ingresos por parte del Estado, sobre una previsión ordinaria de 165, lo que significa un 23% del total o, lo que es lo mismo, casi uno de cada cuatro euros.

De entre los 38,6 millones de euros en ingresos previstos para este 2020 en las cuentas por parte de las inyecciones estatales, la mayor parte –28,2 millones– corresponden al Fondo de Compensación de Financiación, que es la herramienta principal de aportación de la administración central a los Consistorios para su gestión ordinaria. Asimismo, según se desprende de los presupuestos municipales aprobados el pasado mes de diciembre, se esperan otros ocho millones que deben cobrarse en base a la participación municipal sobre la recaudación estatal de algunos impuestos. Así, las cuentas municipales contemplan contar a lo largo de este año con unos 3,4 millones de euros por la parte que corresponde del IRPF, así como otros 3,2 por el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y otros 3 por el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Estos tres serían los principales tributos, que se ven complementados, principalmente, por otros cuatro: el de hidrocarburos –del que se esperan 408.000 euros–; el de tabaco –unos 270.000–; y el del alcohol y cerveza– 44.000–.

El PIB baja un 12%

Ahora, sin embargo, Tarragona aún no sabe cuál será la aportación del Estado para 2021. «El PIB este año bajará un 12%, los consumos de todo se han reducido de manera importante por la Covid... Todo es una incógnita, por lo que lo tenemos el presupuesto paralizado», indica el concejal de Serveis Centrals, Jordi Fortuny (ERC), quien recuerda que el Ayuntamiento prevé ingresar este año diez millones menos de lo previsto en tasas e impuestos. Además, si el 12% de reducción de la actividad económica se materializa, el Estado podría aportar en 2021 unos cuatro millones menos que en 2020.

Paralelamente, hay otros nubarrones en el horizonte. El primero es que aún se desconoce la parte de las ayudas de la Unión Europea que tocarán a la ciudad, sobre los más de 5.000 millones previstos. «Si se reparten en base a la población, deberíamos contar entre 12 y 15», recalca el segundo teniente de alcalde, quien indica que el Consistorio ya está ultimando los proyectos que presentará, que se centrarán «en el uso de energías renovables y la digitalización».

Asimismo, también se está pendiente de conocer la regla de gasto, ya que pese a que se ha anunciado que podría flexbilizarse, «aún no hay decreto» que lo confirme. Asimismo, otro handicap será que este año aún es una incógnita si podrá cerrarse el ejercicio en positivo y, si se logra, lo cierto es que no se podrá contar con un superávit de 6,9 millones como el que se ha gestionado este 2020, y que ha permitido hacer frente a los agujeros provocados por el maldito coronavirus.

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