El decreto de comedores primará que los alimentos sean de proximidad

El conseller Bargalló asegura en La Secuita que la nueva norma no se aprobará en breve y que abrirá una consulta formal (no sólo vía web) para escuchar a las partes  

16 noviembre 2018 19:25 | Actualizado a 17 noviembre 2018 10:19
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En la escuela de La Secuita hay para comer patata amb bajoca, hamburguesa de conejo, berenjena rebosada y, de postre, yogur.Adan, de cuarto de primaria, ya ha dado buena cuenta de todo lo que había en la bandeja «soy un máquina», dice. Sus compañeros de mesa no se quedan atrás y hay acuerdo unánime: «está rico». Parece un milagro, pero aquí nadie hace asco a las verduras. «Es que lo ha preparado Víctor» aseguran señalando al cocinero.

En esta escuela de 180 alumnos la gestión del comedor, al cual acuden el 80% de los niños, la lleva el ayuntamiento, que pidió al Consell Comarcal que le delegara las competencias.

Juan Domingo, de la empresa familiar que ganó la licitación, explica que aquí se elabora todo lo que se sirve; no hay precocinados.

 Va enseñando las cajas donde llega la comida: la patata es de Bonastre, las judías verdes de Riudoms, el aceite de El Catllar, el yogur de La Pobla de Montornès y el conejo de L’Argilaga, de la última granja que queda de este tipo en la región. Además se han comprometido a reducir los envases así que el yogur, por ejemplo, lo sirven directamente en unos vasitos de aluminio. 

Comida en plena polémica

Pero la hora del menjador en la escuela de La Secuita ayer no habría sido noticia sino fuera porque se quedaba a comer el conseller d’Ensenyament, Josep Bargalló. Lo hacía, además en plena polémica por el borrador de decreto de comedores escolares en el que se retira la gestión a las asociaciones de padres y se estipula que el servicio sólo podrá ser contratado por una administración pública, lo que ha despertado preocupación entre las ampas.

Bargalló aseguró que una de las motivaciones para realizar el nuevo decreto es que no hay una legislación adecuada y la que afecta al servicio data de 1996.

Se contemplarán los 'vetlladors'

Más allá de los aspectos legales, Bargalló aseguró que la nueva normativa servirá para asumir que el comedor es un espacio educativo y que debe estar acorde con el proyecto del centro.

Entender el comedor como espacio educativo implicaría, por ejemplo, que se regule una situación que las ampas llevan años denunciando: la falta de vetlladors en el comedor para los alumnos con necesidades educativas especiales.

Actualmente estos monitores especializados los asumen las ampas, los consells comarcals con el dinero que sobra de las becas que no se consumen, o las propias familias que en ocasiones no pueden costear el gasto.

Bargalló reconoció que no tiene sentido que a estos alumnos se les reconozca que necesitan un acompañamiento en el horario lectivo y que el mismo desaparezca en el comedor. Señaló en particular el caso de los niños con Trastornos del Espectro Autista, que encuentran en el comedor un espacio socializador muy necesario.

En lo que se refiere a la adjudicación de los contratos, una de las principales preocupaciones de  las ampas que temen que caigan en manos de grandes multinacionales, aseguró que la idea es que los comedores se gestionen «con cuanta más proximidad mejor». Señaló que la voluntad es preservar las experiencias en que las cosas se están haciendo bien y apuntó que, justamente, muchos de los sitios donde el comedor no funciona son llevados por grandes caterings.

Finalmente aseguró que la aprobación del decreto no será inmediata «porque no queremos y no podemos». Explicó que además del proceso que se ha abierto a través de la web del Departament después de las críticas, se abrirá otro proceso de discusión, esta vez más formal. 

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