El dolor las une, el dolor las separa

#seriesenvena
‘Dead to me’.
La nueva ficción de Netflix es una comedia negra con un punto de thriller ideal para ver en una maratón de fin de semana

10 mayo 2019 18:46 | Actualizado a 10 mayo 2019 20:23
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El saber popular dice que los amigos son la familia que uno elige. Normalmente vamos desarrollando esta amistad a lo largo de toda nuestra vida y el nivel de intimidad depende del tiempo que haga que somos amigos.

Pero ¿puede una persona que acabamos de conocer llegar a ser nuestra mejor amiga?, ¿Aunque la hayamos conocido en el peor momento de nuestra vida? ¿Los traumas unen? Parece que sí.

Esto es lo que debe pensar Liz Feldman, la creadora de Dead to me, la nueva producción de Netflix que se estrenó el pasado 3 de mayo.

En Dead to me vemos cómo Jen (Christina Applegate), intenta sobreponerse a la repentina muerte de su marido, que ha muerto después de ser atropellado y darse a la fuga el responsable.

Jen es una viuda con dos hijos, que trabaja de agente inmobiliaria y que goza de una más o menos buena posición social. Al no aparecer el culpable, es una mujer que vive obsesionada con averiguar quién mató a su marido y no deja de buscar cualquier coche que tenga una abolladura que indique que puede ser el vehículo que lo atropelló. Al mismo tiempo, es un dolor de cabeza para la policía ya que Jen insiste día tras día en ir a la comisaría para presionar y que no dejen de investigar el accidente.

Con tal de intentar controlar en la medida de lo posible la ira que le provoca toda la situación, Jen decide asistir a un grupo de ayuda para superar el duelo y aquí conoce a Judy (Linda Cardellini), una mujer de carácter totalmente opuesto a ella que también ha perdido a un ser querido.

Mientras que Jen es una mujer responsable, madre de familia y muy estricta en su día a día, Judy es un espíritu libre que intenta sobrevivir como puede y que tiene un humilde trabajo de ayudante en una residencia de ancianos.

No puede haber dos mujeres más diferentes pero aun así a los dos minutos de conocerse congenian de maravilla.

Las apariencias engañan
Como las dos se sienten muy solas encuentran la una en la otra a la persona perfecta para contarse sus penas y comienzan a mantener conversaciones telefónicas interminables por las noches para intentar paliar el insomnio que ambas sufren.

¿Habrá segunda temporada?
Aunque se acaba de estrenar, ‘Dead to me’ ha tenido una buena aceptación de público y crítica lo que lleva a pensar que Netflix la renovará para una segunda temporada.
Espero que sí porque el final no puede quedar así.

Poco a poco se vuelven inseparables y cuando por circunstancias varias Judy se queda sin casa, Jen no duda en ofrecerle la suya para que se vaya a vivir con ella y sus dos hijos, lo que Judy acepta casi de inmediato.

Pero Judy esconde un gran secreto que va a condicionar muchísimo su vida y la amistad que tiene con Jen. Hay secretos que es mejor que no sean descubiertos nunca y esto es lo que intentará Judy por todos los medios.

Una química increíble
A lo largo de los diez capítulos de media hora que componen la primera temporada de Dead to me se puede ver cómo uno de los pilares fundamentales sobre los que se basa la serie es la química increíble que existe entre las dos actrices protagonistas, Christina Applegate y Linda Cardellini. Cuesta creer que ambas no se conocieron personalmente hasta una semana antes de comenzar la lectura del guion. El talento que demuestran a la hora de desarrollar sus personajes hace que quedemos atrapados viendo la serie capítulo tras capítulo. Ciertamente, hay momentos en que no puedes parar de verla.

El primero es una clara muestra de cómo debe ser un buen capítulo piloto en el que los treinta minutos que dura no son impedimento para que nos apetezca seguir viéndola. El cliffhanger final nos va a dejar bastante descolocados porque no lo vemos venir ni de lejos y esto es algo de agradecer y que demuestra mi teoría de que no es necesario que los capítulos tengan una extensión excesiva para que nos atraigan. ¡Benditos treinta minutos!

Los giros de guion paulatinamente nos van derivando de una comedia negra a un apasionante thriller en el que descubrir al responsable del atropello mortal del marido de Jen no va a ser lo más importante, sino averiguar cómo se va a tomar esta la noticia y cómo va a reaccionar. 

En el momento que descubrimos al culpable todo lo que hemos visto hasta ese instante de la serie adquiere otra dimensión y lo vemos de manera totalmente distinta. Las dinámicas entre los personajes derivan en algo completamente diferente que nos va a atrapar sin que lo podamos evitar.

Dead to me, en definitiva, es una comedia negra que nos lleva por unos derroteros que no esperábamos y que va a provocar que la visionemos con ganas de saber más y más de cómo va a ir evolucionando la relación entre Jen y Judy. Yo al menos me he quedado con muchas ganas de saberlo.

 
 

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