El escudo de la ciudad releva a Felipe VI en el Saló de Plens

Pau Ricomà cambia el cuadro de dos metros del Jefe del Estado por otro de mucho menor tamaño. El alcalde lo mantiene en la zona de presidencia pero en un segundo plano 

03 julio 2019 18:05 | Actualizado a 03 agosto 2019 18:09
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Pau Ricomà (ERC) mueve ficha. Tal y como ya avanzó el Diari en su edición de ayer, el nuevo alcalde tarraconense llevó a cabo este miércoles el primer gesto simbólico del nuevo mandato y ha reducido drásticamente el protagonismo del retrato del monarca Felipe VI en el Saló de Plens de la Plaça de la Font. Así pudieron comprobarlo los 27 ediles y los asistentes a la sesión de ayer, tras el cambio que los operarios municipales y el personal del Museu d’Història ejecutaron, en secreto, el pasado martes. 

Así, el cuadro de más de dos metros que presidía el salón desde 2014 se ha trasladado a la sala de reserva del depósito del museo de la calle Ferrers y, en su lugar, se ha colgado un escudo de la ciudad de una superficie similar a la que ocupaba hasta ahora el Rey. Asimismo, el retrato del Borbón continúa en la zona de presidencia del pleno, pero en una ubicación mucho más secundaria, con una dimensión parecida a la que tiene, por ejemplo, la imagen del President de la Generalitat, Quim Torra (JxCAT).

De esta forma, Ricomà hace un guiño a la CUP de cara a las negociaciones que ambas formaciones mantienen para que las dos ediles cupaires –Laia Estrada y Eva Miguel– se sumen en breve al gobierno formado por ERC y En Comú Podem. La retirada del cuadrado es una de las 59 propuestas que se pusieron sobre la mesa la pasada semana. «Era un contrasentido que una persona que no ha sido votada tuviera un emplazamiento tan destacado», indicó ayer el portavoz del ejecutivo municipal, Xavier Puig (ERC), quien remarcó que «lo que nos une a todos los tarraconenses es el escudo de la ciudad». 

Sobre si el paso dado ayer podría considerarse como una concesión hacia las cupaires, Puig prefirió no mojarse y aseguró que «cuanto más discretas sean conversaciones, más posibilidades de éxito tendrán». 

Por su parte, Laia Estrada (CUP) afirmó que «lógicamente preferiríamos que no se hubiera colgado otro cuadro del monarca, pero celebramos la celeridad con la que se ha retirado el enorme retrato», a la vez que animó al gobierno «a realizar otras acciones con la misma rapidez, como el estudio sobre la calidad del aire o las sanciones a los grandes propietarios que acumulan pisos». Desde Junts per Tarragona, Dídac Nadal avala el cambio de retrato, y que el hasta ahora colgado «haya sido sustituido por un escudo que nos representa a todos». 

«El Rey sigue presidiendo»

El principal partido de la oposición –y formación que ostentaba la alcaldía hasta el pasado 15 de junio el PSC– ironiza que «para este gobierno el tamaño importa», según indicó su portavoz, Sandra Ramos, quien remarcó que en las filas socialistas «mucha gente defiende los valores republicanos, sobre todo los de la Segunda República y no la supuesta República Catalana», y recordó que «pese a todo, el Rey sigue presidiendo el salón». 

Rubén Viñuales (Cs) criticó que «con el cuadro del Jefe del Estado lo que ya parece su estilo permanente de gobierno: a escondidas, sin contar con la opinión del plenario y con un total desprecio hacia los problemas reales de Tarragona», y añadió: «Tenemos una ciudad con miles de parados, con los barrios abandonados, con un incivismo galopante y con retos de futuro en turismo, en comercio, en el precio de los parkings... pero ellos están preocupados de un cuadro y de colgar lazos y pancartas que no representan a la mayoría de ciudadanos».

Finalmente, Elisa Vedrina (PP) comentó que «resulta que el cambio consistía en repartir sillas y despreciar al Jefe del Estado», y especificó que «nos preocupa que las primeras decisiones de gobierno no resuelvan en modo alguno las necesidades de los tarraconenses».

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