El futuro del plástico: su era no acaba, se transforma

¿Qué horizontes se abren para el polietileno o el polipropileno que salen de Tarragona?

21 marzo 2019 16:39 | Actualizado a 21 marzo 2019 16:51
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Si la demanda de plásticos sigue su trayectoria actual, los volúmenes globales de desechos de plásticos crecerían de 260 millones de toneladas por año en 2016 a 460 millones de toneladas por año para 2030, llevando a un nuevo nivel un problema ambiental grave. Ante la protesta pública sobre la contaminación global de los plásticos, la industria química está empezando a movilizarse.

La reutilización de residuos plásticos podría convertirse en un importante motor de rentabilidad para las empresas químicas. Los actores implicados deben moverse ahora para aprovechar esta oportunidad. En el Foro Económico Mundial de Davos de 2017, la Fundación Ellen McArthur presentó el informe The New Plastics Economy: Catalysing Action con diferentes estrategias para potenciar la reutilización y reciclaje de los plásticos e incrementar el actual 14% hasta el 70%.

Esto podría conseguirse, por ejemplo, mediante la innovación en la fabricación de envases, la unificación de los tipos de plásticos, la reducción de las mezclas de plásticos en cada uno de los envases y la valorización de los residuos para su reutilización como materias primas.

Polietileno y polipropileno

El polietileno y el polipropileno (como los que se producen en el polo petroquímico de Tarragona), por ejemplo, representan las dos terceras partes de los plásticos utilizados en el mundo pero, al tener estructuras químicas distintas, no pueden reciclarse juntos. Como solución, se está desarrollando un polímero tetrabloque que, cuando se agrega en pequeña cantidad a una mezcla de los dos materiales incompatibles, crea un polímero nuevo y mecánicamente resistente.

En otras palabras, el polímero desarrollado no solo mejora el reciclaje, sino que podría generar una nueva clase de mezclas de polímeros mecánicamente resistentes, lo que abre todo un nuevo abanico de posibilidades. Otro enfoque de la investigación química consiste en diseñar nuevos plásticos pensando en su reciclaje. En ese sentido, se ha presentado un hidrogel moldeable hecho de nanopartículas de carbonato cálcico amorfo, reticuladas con poliácido acrílico, que puede moldearse y estirarse como un barro y, al liofilizarlo, adopta una forma rígida y transparente. Para volver al gel original, más fácil de reciclar o eliminar, sólo hay que sumergirlo en agua durante un día.

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