El gato moribundo que murió en una caja de cartón

Desesperación. Vecinos de Torreforta vieron como el felino fallecía sin que ningún organismo atendiera su petición de llevarlo a un veterinario

14 noviembre 2018 20:51 | Actualizado a 17 noviembre 2018 13:00
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Incredulidad, quizás también desesperación y mucha rabia. Son los sentimientos de unos vecinos de Torreforta que a primeras horas de la noche del lunes vieron como moría un gato herido o enfermo en plena calle, sin que ningún organismo atendiera sus peticiones de ser recogido por la protectora o llevado al veterinario. Finalmente, y tras una hora de varias llamadas incluso al teléfono de emergencias 112, el felino moría encima de un trozo de cartón, entre lágrimas de algunos de los presentes.

Maitane es vecina de Torreforta. Sobre las ocho de la noche del miércoles iba a comprar. Pasó por la zona del centro cívico de Torreforta. Su marcha se vio alterada por una pareja de jóvenes, que estaban al lado de una caja de cartón. Y en medio de ella se hallaba un gato, con un trozo de ropa vieja y un punto de botella de agua. Nadie sabe si se había refugiado en este espacio o bien alguien lo había dejado al verlo moribundo en la calle.

El pronóstico no era nada halagüeño. A su lado habían los restos de un líquido amarillo. No se sabe si era leche o vómito. Pero además se hallaban unos guantes y una jeringuilla, recuerda Maitane. Una patrulla de la Guàrdia Urbana pasó por el lugar y las personas que estaban allí hicieron indicaciones para que parase. Así lo hizo. Los agentes miraron al gato y contactaron con la central para que la protectora que tiene contratada el Ayuntamiento pudiera acercarse a recoger el animal y darle atención veterinaria. Ya no había nadie a esa hora. Posteriormente, otra mujer llamó al 112 para ver si se podía hacer algo. La respuesta fue la misma: la Protectora estaba cerrada. Al cabo de una hora, el gato falleció, ante la tristeza de los presentes, que lo presenciaron con impotencia. 

Después se supo que otra mujer y su madre ya se lo habían encontrado horas antes y dieron el aviso, aunque se desconoce a quién. Pero tampoco les hicieron caso.  El felino se encontraba al lado de un colonia de gatos, controlada. Los vecinos dan comida a dichos animales y se preocupan de ellos. No se descarta en este caso que el gato fuera envenenado, a tenor del líquido amarillo que tenía al lado.

Pero la indignación de Maitane  era doble. Por una parte por la muerte del felino y, por otra, porque nadie acudió a recogerlo. Recordaba que el Ayuntamiento se adhirió en abril de 2017 al Manifiesto Felino. Pero esta vecina de Torreforta se muestra contrariada porque el convenio de colaboración que en agosto de este año firmaron el Ayuntamiento y la Associació Protectora d’Animals i Plantes de Tarragona no establecía en ningún apartado horario alguno. El acuerdo entre ambas partes era en base a la Llei de Protecció dels Animals, donde se indica que corresponde a los ayuntamientos la recogida, captura y control de animales abandonados, perdidos o asalvajados.

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