El hotel MR de Torreforta se pone en venta

Tras más de cincuenta años de trayectoria, los propietarios han decidido cerrar el establecimiento a causa de la falta de ingresos en estos últimos meses

13 octubre 2020 18:50 | Actualizado a 14 octubre 2020 07:33
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Javier Rojano ha decidido plegar velas. Después de unos meses de actividad «prácticamente nula» finalmente ha puesto a la venta el hotel MR de Torreforta, un establecimiento familiar ubicado en la calle Francolí número 59, que fue fundado en el año 1967. «La situación es muy grave. Las ayudas que tenemos son para pagar los impuestos y así uno no puede seguir viviendo», argumenta.

Se trata de un pequeño negocio con trece habitaciones, que tiene la categoría de una estrella y que era muy conocido en el barrio. El propietario asegura que los clientes básicamente eran trabajadores del polígono que se alojaban entre semana y parejas que buscaban unas horas de intimidad. Sin embargo, con la pandemia ambas actividades se han visto reducidas drásticamente. «Puedes aguantar unos meses malos, pero cuando llevas todo este tiempo casi parado y sabes que como mínimo te vas a comer otro año, hasta que no haya una vacuna, esto un pequeño negocio familiar no puede aguantarlo», defiende.

Tras el estado de alarma, el MR abrió de nuevo sus puertas. De los cuatro trabajadores se quedaron con la mitad de la plantilla. «El bar y restaurante para evitar problemas no los abrí», indica. Algunos vecinos del barrio solían ir a comer allí, pero ahora se han encontrado con las puertas cerradas. En cambio, el hotel sigue aceptando clientes a la espera de que consiga traspasar el negocio. «Al menos si sale alguna habitación puedo tener unos ingresos para seguir pagando facturas», apunta.

Rojano explica que tomó la decisión el pasado mes de mayo, aunque no fue hasta finales de agosto cuando decidió ponerlo a disposición de una inmobiliaria de Barcelona para ver si había suerte. El precio que ha puesto es de 500.000 euros. «Es un negocio pequeñito y no es interesante para una gran cadena, pero ha llegado un momento en el que si vienen los chinos y se lo quedan, pues adelante yo ya he luchado durante todos estos años», argumenta.

Una ‘mala gestión’

Este empresario confirma que «el verano ha sido muy malo». Explica que en un año normal, desde finales de junio a principios de agosto, el precio de las habitaciones podía subir entre un 20 y un 40% «para cuadrar cuentas». Sin embargo, este año esta opción se ha evaporado. Esto hace que se muestre muy crítico con la gestión que se está haciendo de la pandemia, por parte de las administraciones. «No sé hasta qué punto los políticos son conscientes y les preocupa la situación económica del sector privado, porque al fin y al cabo nosotros somos los que pagamos los impuestos que les permiten cobrar unos sueldos que nosotros no tenemos», lamenta.

El sector turístico ha sido uno de los principales perjudicados por la pandemia sanitaria. Y los hoteleros son conscientes de que serán los últimos en poder recuperar una cierta normalidad. En grandes ciudades como Barcelona empieza a especularse sobre la posibilidad de que algunos de los grandes hoteles puedan pasar en los próximos meses a manos de fondos de inversión. Una situación que, por el momento, no se está dando en Tarragona ciudad. «No creo que haya movimientos y la gente que se lo está pensando es porque más o menos ya lo tenía pensado de antes, porque son negocios que no tenían garantizada una continuidad», indica el presidente de la Associació d’Hotelers de Tarragona, Xavier Jornet.

El representante de la patronal confía que en un periodo de dos a cuatro años el sector se recuperará. «Lo pasaremos mal, por supuesto, y estamos muy pendientes del próximo verano pero un hotel no es como un restaurante, que tienes mucha oferta y algunos se aguantan por los pelos», sigue explicando. La oferta hotelera de la ciudad de Tarragona mantiene un carácter familiar y a excepción del H10 Imperial Tarraco, que reabrió este verano tras su reforma integral, las grandes cadenas no tienen presencia.

Comentarios
Multimedia Diari