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Muchos tarraconenses se preguntaban esta semana, al ver las imágenes de Notre Dame en llamas, si esta escena se podría dar también en la Catedral de Tarragona. «Absolutamente no». Lo dice un ingeniero industrial que, además, estuvo durante muchos años al frente primero de la Brigada de Bombers de la provincia y después de la Regió d’Emergències del Camp de Tarragona. Albert Magarolas asegura que la «cercha de madera que estaba en la catedral parisina no existe en las de Catalunya. Además, la cubierta es plana». Recuerda que en el caso del templo tarraconense, el retablo es de mármol y el altar mayor, de piedra. «Sí que hay algún retablo de madera en capillas laterales, pero el fuego no se podría propagar porque las llamas no tendrían continuidad».
Sí que uno de los problemas para actuar en la Catedral es el acceso. El Casc Antic sólo tiene dos entradas, una por cada portal. Pero los vehículos de bomberos sólo pueden acceder por el de Sant Antoni, mientras que la autoescalera tiene que hacerlo por la calle Major.
Magarolas recuerda que a raíz del incendio ocurrido en enero de 2006 en la sede del Obispado de Tenerife, edificio protegido por la Unesco, las Ciudades Patrimonio de la Humanidad crearon una subcomisión de prevención y extinción de incendios, a la que se incorporaron los Bombers de la Generalitat. «Se vio la necesidad de formar a los bomberos para actuar en los incendios donde estuvieran en peligro bienes culturales», recuerda el técnico. Se tenían que conocer los riesgos, valorar el comportamiento del fuego, saber cómo actuar, cómo mover una pieza de porcelana, cómo transportar un cuadro o figuras delicadas, etc. «Aparte de la extinción propia, se tenían que saber qué bienes había que proteger. Y también evitar que el fuego y humo fueran en dirección a las piezas que, por su tamaño, no pudieran cogerse y ponerse a salvo».
Los cursos los hacían técnicos de otras Ciudades Patrimonio y prácticamente todos los bomberos del parque de Tarragona han asistido a alguna de estas clases.
Las fichas
Los Bombers de la Generalitat cuentan, en sus archivos, con unos documentos FOE (fichas operativas de elementos de riesgo). Como su nombre indica, recogen elementos determinantes para los equipos de extinción en caso de un incendio o de una emergencia, como los cuadros eléctricos, los transformadores, las zonas de gas, cocinas, almacenes con productos inflamables, dónde están los hidrantes o el lugar para emplazar los vehículos de bomberos.
Se han confeccionado estas fichas de los hospitales y también de las sedes de los Juegos Mediterráneos 2018. También se han hecho con determinados edificios históricos que contienen elementos de valor patrimonial, como el Arxiu Històric, Casa Canals, el Antic Ajuntament, el Museu de Reus y se está comenzando con el Monestir de Poblet. De la Catedral de Tarragona se ha realizado una visita muy completa –incluso se subió al campanario– pero no tiene ficha hecha.
