La protesta independentista de Tarragona ha terminado empañada por los diferentes grupillos de manifestantes que han querido provocar a los Mossos d'Esquadra y Policía Nacional, pertrechados en la puerta de la Subdelegación del Gobierno.
El acto había terminado impecablemente, pero alguien ha encendido una bengala. Otro alguien ha encendido un petardo y lo ha tirado delante de una furgoneta de antidisturbios. Alguien ha empezado a gritar e insultar a los agentes.... Y tanta suma de alguien ha terminado con los los agentes de la Policía Nacional abriéndose paso con escudos y porras hacia aquellos puntos donde estaban los provocadores.
Algun golpe de porra y algun empujón con escudo se han llevado los manifestantes que se encontraban en la línea de actuación de los agentes de la Policía Nacional.
La situación se ha convertido de pacífica en tensa y a la espera de que se disuelva la concentración de la plaza Imperial Tarraco.
Antes de los incidentes
Miles de personas y cientos de velas están iluminando la voz y la luz del independentismo catalán concentrado esta tarde-noche de martes en la plaza Imperial Tàrraco, el centro neurálgico de la ciudad y uno de los puntos simbólicos por muchos motivos, entre ellos, que hay la sede de la Subdelegación del Gobierno de España.
Desde el escenario, Joan Reig, músico de Els Pets, y otros locutores han ido leyendo los manifiestos de los diferentes políticos encarcelados acompañados de aplausos o silbidos en función de quien hablaban. Cada texto transmitía mensajes de coraje, pacifismo y fuerzas suficientes para no desfallecer y mantener viva la llama independentista, a pesar de seguir siendo hoy un objetivo lejano.
Los gritos de "llibertat" o de "Visca Catalunya... Lliure", repetidos por los asistentes detrás de los diferentes manifiestos se han mezclado con algún reproche cuando se hablaba del Supremo o del papel de España en todo ello.
El acto ha terminado con el himno de Catalunya, Els Segadors, que ha retumbado por cada rincón de la plaza acompañado del cántico de los propios manifestantes, que con el puño alzado han seguido la estrofa del himno.
Luego, con lentitud la manifestación se ha ido dispersando con algunas bengalas encendidas y algún que otro petardo que ha provocado que el éxito de la concentración terminara empañado a golpe de porra y escudos.