El maniquí que era un zombie

El martes, una vecina de la calle Colón alertó de que veía por la ventana un muerto en el piso de enfrente. Cuando entraron los bomberos comprobaron que era un muñeco de tamaño real

19 mayo 2017 16:57 | Actualizado a 21 mayo 2017 16:05
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El maniquí encontrado el pasado martes por los bomberos en un piso del número 23 de la calle Colón al que entraron creyendo que había un cadáver –según había alertado una vecina– fue creado por Paúl Sánchez para participar en un vídeo que se puede ver en Youtube –y también en nuestra web–. Este joven, que desde hace pocos días se ha instalado en dicho céntrico piso, todavía no se cree que una figura que creó para un elemento de ficción haya provocado tanto revuelo.

Sánchez acudió incluso a declarar ante los Mossos d’Esquadra para explicar que no se trataba de ninguna broma de mal gusto, sólo que todavía no había organizado su piso y que había dejado a Don Pepito –así lo bautizó– encima de una silla.

Paúl Sánchez asegura que su objetivo era crear un personaje de tamaño real que pareciese un zombie, de tal manera que las caídas que se pueden ver en el vídeo pareciesen lo más reales posibles, «que no pareciese un muñeco cuando cayera, que tuviese una caída natural de cuerpo humano». Por ello, lo que serían los huesos son de madera –con su correspondiente articulación–, la musculatura es de espuma y la piel, de silicona. ¿Y la sangre? No podía faltar en un zombie, y más cuando le disparan dos individuos con pistolas.

El zombie interviene principalmente en dos momentos del vídeo. Uno es cuando cae al suelo después de abrir la puerta de una vivienda y después cuando lo lanzan por la terraza al final del film.

«Tengo que aclarar que todo ha sido un malentendido», recalca este joven creador. «Por el trabajo no tengo tiempo de arreglar todas las cosas en el piso y dejé al muñeco sentado en la silla al lado de la ventana sin pensar en que podía causar todo este problema», señala. «Desde que he creado al zombie le he cogido aprecio y lo trato como a uno más, lo siento en el sofá, en las sillas, etc».

El artista argumenta que no lleva ni una semana en el piso «por lo que todavía me estoy instalando y tengo todas las cosas y cajas por el medio. El maniquí es una figura de un zombie a tamaño real que he fabricado para unos vídeos de Youtube que realicé hace tiempo».

El maniquí estuvo sólo un día y medio reposado en la silla, el tiempo suficiente para que una vecina pensase que era una persona y que, como no se movía, estaba muerta. Y alertó a la Guàrdia Urbana. Los agentes desplazados al lugar también lo creyeron y por ello solicitaron la presencia de los bomberos para acceder al piso –situado en la cuarta planta– y poder rescatar el supuesto cadáver.

Cuando los bomberos entraron por la ventana del piso, Paúl Sánchez estaba trabajando. «Me llamó la dueña del piso diciendo que estaba la Policía y que había un muerto en casa. Entonces lo relacioné con el personaje». Cuando acudió a su piso vio que el muñeco estaba en el suelo, «los bomberos entraron por la ventana sin romper nada». La dueña le comentó que habían estado los Mossos y que él los tenía que llamar. Y así lo hizo. El agente le conminó a acudir a la comisaría a declarar por «el gran malentendido».

Ahora, Don Pepito sigue en el piso, pero descansa en el suelo, «y lejos de la ventana», recalca Sánchez. Mientras, recibe visitas de vecinos y amigos para ver en persona tal ilustre personaje.

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