El mensaje de Junqueras para TGN: «Quiero la ciudad republicana»

El hombre en la sombra del exvicepresidente presentó un libro en un acto con muchos sentimientos

05 febrero 2019 08:49 | Actualizado a 05 febrero 2019 15:55
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No fue un evento normal y corriente. La presentación del libro de Sergi Sol en la sede del Departament de Cultura de la Generalitat fue un acto entre amigos en el que se presentó la vertiente más personal del exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras

El libro 'Oriol Junqueras. Fins que siguem lliures' es el relato que narra, analiza y contextualiza las decisiones que se tomaron desde el 20-S, pasando por la celebración del referéndum y el desconcierto posterior a la proclamación de la República. Lo escribe uno de sus más estrechos colaboradores, Sergi Sol, el hombre en la sombra del dirigente republicano, que conoce la trascendencia de cada una de las decisiones que se tomaron en esos días.

Sin embargo, cuando las personas que se encargan de presentar el libro no tan solo son colaboradores, sino también amigos, se corre el riesgo de que salgan anécdotas personales que quedan fuera de las reuniones y del día a día en los despachos. Y esto es lo que pasó ayer en Tarragona. No se presentó al dirigente en traje y corbata de cuando ocupaba el cargo de vicepresidente sino a un Oriol con pantalones cortos, calcetines arremangados, sandalias y una camiseta apretada, tres dedos corta, que, con grandes dosis de persuasión, se convirtió en alcalde de Sant Vicenç del Horts. 

Precisamente fue un vecino de este municipio, Maxi Calero, quien explicó algunas de las anécdotas más personales de Junqueras. Calero, amigo íntimo del líder republicano, forma parte de este 68% de personas en Sant Vicenç dels Horts castellanohablante. Junto con su hermano Lolo y Domingo Alfonso forman parte del núcleo duro de amigos. Los llamó la mujer de Junqueras y les convocó un día en casa. El mensaje que les dio el republicano fue claro: «Me marcho y no volveré en mucho tiempo. Cuidaos y cuidad de los míos». El día siguiente, la Audiencia Nacional lo mandó a Estremera.

Un núcleo tutifruti 
Estos amigos son el motor de la plataforma Free Junqueras, una reivindicación de la que han hecho camisetas y pancartas. Durante estos 460 días de encarcelamiento les han acompañado por todas partes. Son el «traje» que llevaban el primer día que visitaron a Junqueras en Estremera. El pelotón lo formaban los hermanos Calero, Alfonso y Fran Infante, dos extremeños, un cordobés y un onubense o lo que en términos de fútbol vendría a ser uno del Real Madrid, otro del Betis, uno del Atlético y uno del Córdoba. Una mezcla variopinta dispuesta a visitar a un culé empedernido. 

«Cuando la gente nos escuchaba y nos veía no se lo podía creer. Con todo lo que les han contado los medios de comunicación de los catalanes», recordaba Maxi Calero. Ante la cara de sorpresa de las personas con las que se encontraban la respuesta de Lolo Calero les dejó plasmados: «Los catalanes nacemos donde nos sale de las pelotas». 

«Hay nueve demócratas en prisión, mientras la Manada está en la calle. ¿Quiénes serán los siguientes?», Gabriel Rufián

Sol habló de Oriol Junqueras como un hombre «muy familiar» y «casolà». Aunque también mostró un apunte de sus fuertes convicciones políticas. Y, en este sentido, afirmó que «Oriol sufre mucho por Tarragona. Es una ciudad estratégica y es aquí a donde debemos conseguir la victoria». 

El hombre de confianza del dirigente republicano aseguró que en una de sus últimas conversaciones con Junqueras le habló de esta presentación en Tarragona y que éste le dio un mensaje muy claro. «Pau, no quiero llantos ni lamentos. Este mes de abril voy a cumplir 50 años. Ya sabes el regalo que tienes que hacerme. Quiero la ciudad republicana». Un recado para el líder de ERC en Tarragona, Pau Ricomà, que ayer era uno de los anfitriones.

Un hombre que suma
El otro gran protagonista de la noche fue el diputado en Madrid, Gabriel Rufián. A sus 33 años, estaba en Súmate cuando Junqueras lo incorporó a ERC y se convirtió en la cabeza visible de la formación en Madrid. Su presencia no pasa desapercibida y ha sido protagonista de múltiples polémicas. Ayer Rufián reconocía que «liderazgos como el de Junqueras nos aglutinó». «Yo no venía de esta izquierda, y en el frente de Madrid me siento muy orgulloso», manifestaba. 

Rufián denunció que la «anomalía» de que «haya nueve demócratas en prisión, mientras la Manada está en la calle». «¿Quiénes serán los siguientes? Pueden ser pacifistas, sindicalistas, periodistas o humoristas», argumentó.

El diputado republicano afirmó que «no hace falta ser independentista para hacer el click. No importan las banderas o la lengua que hables para entender que pasan cosas terriblemente anormales. Aquí lo único que importa es si eres demócrata o no lo eres».

Hubo momentos de risas y otros de más tensos. El próximo martes empieza en Madrid el juicio en el que se hablará largo y tendido sobre los hechos del 1-O y de los días anteriores y posteriores. La fiscalía pide 25 años de prisión para el exvicepresidente del Govern. «Para un hombre que está a punto de cumplir los 50 años esta petición de pena supone prácticamente una cadena perpetua», argumentaba Sergi Sol.

Pese a ello, sus allegados mostraron un Junqueras que afronta con determinación lo que se decidirá en los próximos meses. «No quiero ver a nadie con la cabeza agachada», manifestaba Maxi Calero.

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