El bar de bocadillos más mítico de la ciudad, Casa Boada, cierra provisionalmente sus puertas. Así lo ha explicado el propietario, Eduard Boada, a través de un vídeo difundido en las redes sociales, en el que asegura que está siendo sometido a un tratamiento médico que le mantendrá apartado de su negocio.
En el vídeo, que fue grabado por su hijo y que se ha convertido en viral en las últimas horas, Boada asegura que «os echaré de menos, porque esto, como ya sabéis, es mi vida», y añade que «de momento estoy con tratamiento y duele un poco. Espero que lo arreglen». Boada se despide en el vídeo con un «espero volver muy pronto».
Las reacciones no se hicieron esperar y muchos tarraconenses aprovecharon la ocasión para darle ánimos y explicar algunas de sus anécdotas en el bar.
Hola @tarragonitipus. Mon pare us envia aquest missatge. #Boadatorna pic.twitter.com/YFw5ogfSP8
— Eduard Boada ن �� (@eduardboada) 30 de abril de 2018