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La Audiencia de Tarragona juzgará el próximo 27 de febrero el caso del niño de 13 años que recibió un porrazo por parte de un agente de los Mossos durante la huelga general de 2012 en Tarragona. El agente está acusado de un presunto delito de lesiones por haber herido el menor en la cabeza mientras perseguía un manifestante. Los hechos se produjeron el 14 de noviembre del 2012 en la avenida Vidal i Barraquer, en el transcurso de una manifestación con motivo de la jornada de huelga. Tras recorrer el centro de la ciudad, algunos participantes en la protesta generaron disturbios a la altura de la Plaça de la Generalitat y los Mossos intervinieron para dispersarlos.
El 29 de septiembre de 2014, la Audiencia de Tarragona revocó la decisión del juzgado de instrucción número 6 de Tarragona, que había considerado los hechos como una falta por imprudencia leve. Entonces, la sala defendió que no apreciaba ningún contexto de justificación en la actuación del agente y argumentó que los hechos constituían un delito de lesiones porque el menor requirió varios puntos de sutura.
En concreto, el auto valoraba que «el agente, en tirar con mucha potencia en carrera, rodeado de personas de toda edad, sexo y corpulencia, el brazo hacia delante armado de un instrumento con gran capacidad contusa se desentendió de los posibles resultados , aceptando que se produjeran, por lo que hay que imputarle las lesiones causadas al menor a título de dolo eventual».
Por otra parte, el año pasado la Audiencia de Tarragona archivó el procedimiento que se mantenía abierto contra otro agente por haber golpeado con la porra una chica de 16 años que también se encontraba en la zona. En este caso, el agente estaba acusado inicialmente de una falta de lesiones.
