El nuevo Govern lidiará con más de 20 temas pendientes en Tarragona

La presión al nuevo ejecutivo ya ha comenzado en áreas como la sanidad o la educación. Sólo la capital tiene más de 10 proyectos en espera, como el Teatre Romà, la EOI o el Fòrum Judicial

19 mayo 2017 20:29 | Actualizado a 22 mayo 2017 07:55
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El nuevo ejecutivo catalán liderado por Carles Puigdemont tiene, más allá de la pretendida desconexión con Madrid y la aspiración de crear estructuras de Estado, numerosos temas candentes en la provincia que permanecen a la espera de una solución. Son más de 20 desafíos en ‘standby’, fundamentalmente vinculados a infraestructuras, que suponen asignaturas pendientes que, en algunos casos, se llevan arrastrando durante mucho tiempo, no sin generar molestias, quejas y reivindicaciones.

Quizás el proyecto estrella, que afecta a buena parte de la provincia, es el de BCN World, con un futuro sumido en la incertidumbre, al menos por ahora. El acuerdo fraguado ‘in extremis’ entre Junts pel Sí y la CUP para formar gobierno contemplaba como condición la paralización temporal del plan director urbanístico del CRT de Salou y Vila-seca, así como la creación de una comisión de revisión.

 

La lucha por BCNWorld

Se trata, por el momento, de un proyecto detenido y a la expectativa de las decisiones que tomen los nuevos responsables de la Generalitat. Mientras las plataformas contra el proyecto se siguen movilizando, también lo hacen aquellos actores que consideran vital sacar adelante el macrocomplejo de ocio y turismo.

El presidente de Pimec Tarragona, Josep Joaquim Sendra, insistió en la idea de no paralizar el proyecto, «en el formato que el Govern crea más conveniente». También Josep Antoni Belmonte, presidente de la CEPTA, destacó que Tarragona «no se puede permitir que el juego político intervenga en los intereses del territorio». De paralizarse o ralentizarse BCN World, la presión de representantes del comercio o el turismo sobre la Generalitat será contundente. También desde el ámbito político, sobre todo en los ayuntamientos de Salou, Vila-seca y Tarragona se promete presentar ‘batalla’ si el proyecto no prospera. De encallarse, no se descartan movilizaciones.

 

Las obras de 2017

De la veintena de cuentas pendientes del gobierno autonómico, al menos la mitad, unas diez, están radicadas en Tarragona capital y tienen que ver con infraestructuras o usos de espacios. Un ejemplo reciente ha sido el posicionamiento del Col·legi d’Advocats de Tarragona, que esta semana ha apelado a la «sensibilidad» del Govern para poder iniciar las obras del Fòrum Judicial, que se preveía inaugurar en 2017 en la zona del Hospital Joan XXIII.

Pero hay otras actuaciones pendientes: el futuro de la Ciutat de Repòs, la reforma del Teatre Romà, la construcción del nuevo Museu Nacional Arqueològic, las obras pendientes de Tarragona 2017 (entre ellas, el palacio de deportes), la ampliación final de la Escola Oficial d’Idiomes (EOI) a todo el edificio de la antigua Chartreuse o el proyecto de una gran biblioteca central para solucionar el déficit de estos equipamientos son iniciativas que, en mayor o menor grado, deberían concretarse a lo largo de esta legislatura recién comenzada.

En sanidad y educación, dos grandes competencias de la Generalitat, Tarragona también tiene cuentas pendientes: las escuelas pendientes Arrabassada y Ponent, así como el Institut Tarragona 2; en sanidad, el nuevo ejecutivo deberá dar el visto bueno al proyecto de la UCI pediátrica en el Joan XXIII. Sería el primer servicio de ese tipo en la provincia. Si la Generalitat da el OK, la unidad podría ser una realidad ya a finales de año. También depende de la aprobación del nuevo Govern la nueva unidad de litotricia en Joan XXIII, donde se practica un tratamiento de ondas de choque a pacientes con cálculos en el riñón.

Los deberes para la Generalitat proliferan por distintos puntos de la provincia. Un ejemplo es el Auditori de Torredembarra, un equipamiento con las obras paradas desde 2010, pero que deberá abrir parcialmente en primavera para no perder, precisamente, la subvención que en su día otorgó la Generalitat. También tiene perspectivas positivas un proyecto como el Museu Casteller de Catalunya, que se localizará en Valls. En estos momentos se está llevando a cabo la construcción del edificio.

También están en marcha las obras del edificio de las delegaciones de la Generalitat en Tortosa, emplazadas en la calle Montcada. En la capital del Baix Ebre hay un proyecto pendiente. El Govern debe confeccionar un plan de movilidad para mejorar la accesibilidad en el hospital Verge de la Cinta de Tortosa, el centro sanitario de referencia en las Terres de l’Ebre. En este caso, la demora ha generado molestias y la paciencia está cerca de agotarse. En diciembre, la Federació d’Associacions de Veïns de Tortosa y el sindicato CATAC-CTS reclamaron a la Generalitat que se presentara de una vez el plan, que el nuevo ejecutivo deberá estudiar y asumir a partir de ahora.

Los nuevos responsables del Govern deberán convivir con la presión que ya están recibiendo desde diversos sectores. Es el caso de municipios como Cambrils y Salou, que están apremiando a la Generalitat para que ponga en marcha el tranvía denominado Trencamp, con el fin de adaptar esa nueva infraestructura al trazado ferroviario que atraviesa las dos localidades. Si la Generalitat no se da prisa en impulsar ese tranvía, Cambrils y Salou exigirán a Adif que desmantele los raíles de un tramo que, con la entrada en funcionamiento del Corredor, quedará casi en desuso.

En las zonas de costa también son visibles reclamaciones en torno a la sanidad. Así, en Miami Platja viene de lejos la reivindicación de que el CAP abra las 24 horas del día. Tanto vecinos como políticos del municipio sostienen la necesidad de que el centro sanitario abra también por las noches, no sólo durante el verano, sino todo el año. Un caso similar tiene lugar en El Vendrell. El pleno del ayuntamiento ha aprobado esta semana por unanimidad una moción de Ciutadans en la que se insta a la Generalitat a que el consultorio médico de los barrios marítimos permanezca abierto los siete días de la semana en periodo estival, de 8 a 22 horas. La iniciativa recoge una antigua reivindicación vecinal.

Algunos de esos retos son transversales, como el pago pendiente a las farmacias, que llevan cuatro años sufriendo retrasos periódicos en el abono de las facturas de los medicamentos, situando a las boticas en situaciones extremas de precariedad y supervivencia. De la misma manera, también está por ver, entre esos deberes de carácter más sectorial, cómo se gestiona la situación sanitaria en Catalunya después de los años de recortes presupuestarios durante la polémica gestión del conseller Boi Ruiz. Los profesionales de ese ámbito también están a la expectativa.

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