El nuevo abecedario que ha impuesto la pandemia de coronavirus

Utilizamos palabras nuevas con las que ya nos hemos familiarizado mientras otras adquieren un nuevo significado

11 mayo 2020 08:25 | Actualizado a 11 mayo 2020 09:10
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A plausos

La cita ineludible es a las 20.00 horas, cuando todo el país sale al balcón o a las ventanas a rendir un caluroso y merecido homenaje a los sanitarios que se están dejando la piel en la lucha contra el coronavirus, un aplauso que también se ha extendido a otros profesionales esenciales. También se podían haber elegido otras palabras, como aburrimiento, tan propio de este largo confinamiento, o asintomático, en referencia a esas personas que tienen el virus en el cuerpo pero que no presentan síntomas, aunque pueden transmitirlo.

B ulo

Incluso en tiempos tan complicados como los que estamos viviendo siempre hay algunas personas que tratan de desinformar, de mentir, de contribuir al caos inventando o propagando informaciones falsas, en ocasiones solo por el hecho de hacerlo, como si fuera una gracia, y otras veces con oscuros intereses. Vox se ha demostrado un aprendiz aventajado en esta práctica. También podríamos haber elegido la palabra balcón, que ha cobrado gran protagonismo estos días.

C oronavirus

Ya todos nos hemos familiarizado con este vocablo y con todo lo que representa. Sabemos que hay muchos coronavirus pero que este Covid-19 nos ha cambiado la vida. También podíamos haber optado por confinamiento, ese encierro del que aún no henos salido. O por curva, que nada tiene que ver con la carretera y de la que tan pendientes estamos para volver a la normalidad.

D esescalada

Ni siquiera está en el diccionario, pero en los últimos días nos aferramos a esta palabra con el deseo de regresar poco a poco a la vida normal. Está vinculada al desconfinamiento, lo cual quiere decir también con la recuperación de la libertad.

E rte

Todos hemos introducido estas siglas que significan Expediente de Regulación Temporal de Empleo en nuestras conversaciones. De hecho, ha sido la medida estrella del Gobierno para sortear la crisis y la parálisis en que nos hemos sumido sin que se disparasen las cifras de parados, que, aun así, lo han hecho. Pero los ERTE han suavizado la tragedia. Había otras palabras con esta letra, como esenciales, que ha cobrado un sentido especial y ha dignificado profesiones y trabajos que hemos aprendido a valorar. O EPI, esos equipos de protección individual que tanto hemos echado en falta.

F amilia

Las quejas de aquellos que lamentaban el poco tiempo que disponían para disfrutar de la familia fueron escuchadas y el confinamiento ha permitido, para lo bueno y para lo malo, mantener al núcleo familiar reunido. Esperemos que haya servido para reforzar las relaciones entre parejas, entre padres e hijos y entre hermanos. No hay mal que por bien no venga. También había otras palabras, como fase, que nos invita a la paciencia, o franja horaria, que nos divide en sectores de población a la hora de salir a la calle. 

G el

Hemos descubierto el gel hidroalcohólico como solución desinfectante. Si en los primeros días desapareció de los puntos habituales de venta y su precio se disparó, ahora ya es pieza obligada en todos los lugares y, dado su éxito, su precio ha tenido que ser regulado por el Gobierno. Otra palabra que empieza por g y que ya nos es familiar es guantes. También podíamos haber destacado la palabra gimnasia, que tanto furor ha hecho en todas las casas incluso entre quienes jamás habían practicado deporte. 

H ibernación 

Con este término se ha llamado a la reducción drástica de la actividad económica a la mínima esencial con vigencia del 30 de marzo al 9 abril para limitar aún más la movilidad de personas, una hibernación necesaria para evitar el aumento de los contagios pero que costará mucho recuperar.  

I mprescindibles

Los ha habido –los hay–, y muchos. Comenzando por los sanitarios y siguiendo por todas esas personas que se han mantenido al pie del cañón mientras la mayor parte de la ciudadanía se hallaba confinada para que la vida, al menos en lo que respecta a los servicios más esenciales, siguiera fluyendo. También se podría haber escogido la palabra inmunidad, esa a la que todos deseamos llegar.

J ugar

La cuarentena y el largo periodo sin poder salir de casa nos ha hecho reencontrarnos con los juegos de mesa: hemos desempolvado el Monopoly o el parchís y jugamos con los pequeños de la casa a ir a la playa o de safari a África. Todo lo que sea para matar ese tiempo que, por una vez, incluso nos ha sobrado. 

K ilos

Los que hemos cogido de más, hasta el punto de que muchos han bromeado con que habría que hacer las puertas más anchas para poder salir de casa cuando todo esto acabe. De hecho, un estudio de Deusto Salud vaticina que los españoles ganarán entre 3 y 5 kilos de media durante el confinamiento debido a la falta de ejercicio, la ansiedad y la ingesta excesiva de alimentos. 

L aboratorio

En ellos está centrada toda nuestra esperanza, pues durante estos días y fruto de este nuevo virus hemos descubierto el valor y recuperado la fe en la ciencia, que debería darnos la gran solución.

M ascarilla

Sin duda, es la gran protagonista. Ya la hemos interiorizado como una prenda más al salir a la calle, ir al súper, incluso es obligatoria en el transporte público. Todo sea por protegerse y evitar nuevos contagios. Había otras palabras que empezaban con m, como ese miedo que nos paraliza. O makers, ese palabro nuevo que hemos asumido ya y que define a ese ejército de personas que han dado una nueva vida a las impresoras 3D para hacer caretas y EPi. O la muerte, que tantas personas nos ha robado.

N ueva normalidad

Es muy posible que ya nada vuelva a ser como era hace apenas unos meses. De hecho, ya no avanzamos hacia la normalidad, sino hacia la llamada nueva normalidad, esa que nos mantendrá distanciados, que impondrá las mamparas y que evitará el contacto físico.

 

O nline

Imposible imaginarse cómo habría sido el confinamiento sin internet. Toda la actividad se ha desarrollado a través de la red, desde los deberes de nuestros hijos hasta el trabajo, las relaciones, las misas e incluso los conciertos que los artistas nos han regalado para hacer más llevadera esta pesadilla.

P andemia

Hemos aprendido que lo que nos tiene en este estado no es una enfermedad, ni siquiera una epidemia; es mucho más, una pandemia que ha afectado a todo el planeta y a todo tipo de personas. También podríamos hablar en esta letra del perro, que se ha vuelto a reivindicar como el mejor amigo del hombre, sobre todo en la primera fase del confinamiento, cuando era un salvoconducto para salir a pasear. O positivo, un término cuyo significado ha cambiado radicalmente para pasar a señalar un peligro.

Q uedadas

No salimos de casa pero sí quedamos virtualmente para acercarnos a quienes están físicamente lejos e, incluso, hay quedadas colectivas para participar desde casa en fiestas de disfraces o en concursos de paellas. O para tomar el vermut. Y es que animales sociales como somos, tampoco es cuestión de renunciar a todo.

R esidencias

Se ha llevado la peor parte, la más trágica, de todo esto, hasta el punto de que por momentos se ha convertido en sinónimo de muerte, lo que obliga a repensar el futuro de estas instituciones y el cuidado a nuestros mayores. También podríamos citar en este apartado de la r el temido rebrote, ese del que nadie quiere oír hablar y que tendría consecuencias terribles. Es mejor dirigir la mirada al Resistiré, convertido ya en un himno.

S upermercado

Estos establecimientos se han destacado no solo como el comercio donde comprar la comida y otros productos esenciales –qué decir del papel higiénico–, sino que han sido mucho más. Incluso se han convertido en lugar de encuentro. También con s empieza la solidaridad que tan grandes nos ha hecho. O los sanitarios, los nuevos héroes; o la seroprevalencia, un nuevo término que también hemos aprendido con esta crisis.

T est

Tan necesarios como polémicos por su falta. Imprescindibles para conocer el alcance de la tragedia y comenzar la desescalada, según los expertos. También podríamos citar en este apartado el teletrabajo, recién descubierto con esta crisis, que ha demostrado que muchas profesiones se pueden desarrollar lejos de la oficina, lo que ahorraría costes, mejoraría el medioambiente al reducir desplazamientos y facilitaría la conciliación. Un hallazgo.

U ci

Han sido el centro de operaciones, donde se ha librado la batalla sin cuartel contra el Covid-19, a menudo escasas dada la cantidad de personas afectadas por este maldito virus, lo que ha obligado a crear estructuras nuevas, incluso hospitales de campaña, inéditos en tiempos de paz. De su estado y su capacidad depende en gran medida la desescalada.

V acuna

En su descubrimiento están puestas todas las esperanzas para recuperar nuestra vida tal como la conocíamos. Nunca antes se había visto tal colaboración entre equipos científicos de todos los países, involucrados en una carrera contra el tiempo para lograr un antídoto eficaz contra este virus. También podríamos haber optado por la palabra vecinos, esas personas que apenas conocíamos y saludábamos cuando coincidíamos en el ascensor y con las que ahora ya somos capaces de entablar una conversación que vaya más allá del tiempo que hace hoy.

W hatsapp

Gracias a esta aplicación de mensajería hemos compartido fotos, audios, vídeos y mensajes de texto que nos ponen al día con nuestros contactos. Esta red social ha sustituido al teléfono tradicional y se ha transformado en el medio por excelencia de comunicación entre amigos.

X el símbolo de la incógnita

No sabemos cuándo se despejarán muchas incógnitas de esta crisis ni cómo será el mundo que vendrá, pues incertidumbre es la palabra que lo resume todo. Pero hasta entonces estamos todos en el mismo barco. 

Y o me quedo en casa

Con este hastag hemos invitado a la población a ser responsable y cumplir el confinamiento. No fueron pocos los famosos que se hicieron eco de esta campaña para evitar que los contagios proliferasen y la situación empeorase aún más.

Z oom

Ha sido la aplicación estrella en este confinamiento, al permitir realizar videoconferencias tanto por ordenador como por teléfono móvil entre varias personas a la vez y de forma gratuita, aunque también hay una modalidad de pago. Se ha demostrado útil no solo para que los amigos pudieran ver cómo les ha crecido el pelo durante el confinamiento, sino también como herramienta de trabajo.

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