El nuevo perfil del opositor: es mujer y tiene más de 35 años

«Es vocacional, siempre había querido tener un trabajo de servicio», cuenta una tarraconense que estudia para ser policía local o Mosso. La nueva hornada de puestos públicos ofrece el aliciente de la estabilidad. Esta aspirante ilustra bien el perfil del nuevo opositor que llena las academias. El nuevo aspirante es mujer, tiene más de 35 años, cargas familiares y estudios medios o superiores. A veces procede del desempleo de larga duración o el trabajo de escasa calidad.

Es un cambio respecto a opositores de otra época. Antes respondían básicamente a jóvenes que buscaban su primera ocupación y a personas más mayores que querían cambiar su relación laboral e incluso a madres de familia que deseaban volver a estudiar y a recuperar una aspiración del pasado. A esos roles se añade ahora una tercera tipología: los que en su día trabajaron en la empresa privada y fueron despedidos o que han sido expulsados. Son personas de 40 años y más, con amplia experiencia laboral y a veces una cualificación alta.