El operador francés SNCF competirá con Renfe en el AVE Tarragona-Barcelona

La compañía prevé que el servicio ‘low cost’ que se pondrá en circulación en la Semana Santa de 2021 pare en el territorio

28 julio 2020 07:20 | Actualizado a 28 julio 2020 08:06
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La francesa SNCF competirá con un servicio público de media distancia de los que Renfe presta por encargo del Estado, toda vez que ha pedido que el AVE ‘low cost’ a Barcelona que prevé poner en circulación en la Semana Santa de 2021 tenga parada en Tarragona.

De esta forma, la compañía pública gala puede ofrecer servicios de transporte de viajeros entre Tarragona y Barcelona, trayecto en el que entra así a competir con el tren de media distancia que Renfe presta entre estas dos ciudades considerado de servicio público y por el que recibe una subvención estatal.

Por su parte, Ilsa, el otro operador privado que ha logrado capacidad en la red AVE para dar servicio de transporte en tren, participado por las compañías de transporte Trenitalia y Air Nostrum, ha concretado que prevé comenzar a dar servicio el 1 de marzo de 2022 en el AVE que une Madrid con Sevilla y Málaga, realizando parada en Córdoba. De esta forma, también plantará competencia a los trenes de media distancia que Renfe opera por encargo del Estado entre Córdoba y las otras dos capitales andaluzas.

No obstante, SNCF e Ilsa sólo podrán operar estas conexiones si se demuestra que su competencia no le resta a Renfe más del 2% de los ingresos que obtiene por su explotación.

Servicio público

Según la Ley Ferroviaria, cuando los nuevos operadores piden realizar un servicio en competencia directa con trenes de media distancia o cercanías de Renfe, los considerados servicios públicos que presta por encargo del Estado a cambio de una subvención, tienen que pedir a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que analice sus planes de negocio para estas conexiones, para determinar en qué medida puede afectar a la prestación de dicho servicio público.

El servicio no podrá restar más del 2% de los ingresos del operador público español

Así, tal como establece dicha ley, el regulador podrá denegar a SNCF e Ilsa la circulación de trenes que coinciden con los servicios públicos de Renfe si se demuestra que van a restar a la operadora pública más del 2% de los ingresos que tiene por explotar estas conexiones, en este caso las que unen Barcelona y Tarragona, y las que enlazan Córdoba con Sevilla y Málaga.

Solo el 2% de los ingresos

Por contra, tendrán vía libre para realizar estos servicios en el caso de que no mermen más de un 1% de los ingresos de Renfe, según explicó la CNMC en un comunicado.

En el supuesto caso de que el impacto sea de entre un 1% y un 2%, SNCF e Ilsa tendrán su servicio condicionado a que el porcentaje de nuevos viajeros generados supere el 30% de los viajeros totales.

En su análisis para determinar estos porcentajes, el ‘superregulador’ evaluará en qué medida los servicios planteados por SNCF e Ilsa afectan al número de pasajeros que utiliza los servicios de cercanías y de media distancia de Renfe entre estas ciudades, los costes de la compañía pública para prestar esos servicios y la compensación que recibe del Estado.

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