El paro retrocede en la costa pero se ceba con el Baix Penedès y el Ebre

El desempleo baja pero no lo hace por igual en los municipios. El Baix Penedès es la comarca con más paro de Catalunya. El litoral aguanta mejor. Tarragona tiene más empleo que Reus

04 junio 2017 08:45 | Actualizado a 24 noviembre 2017 19:57
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El Molar está al lado de Bellmunt del Priorat. Apenas unos pocos kilómetros separan estos dos municipios del Priorat. Y no tienen nada que ver en cuanto a posibilidades económicas. La primera es una de las poblaciones de la provincia con menos paro, un 3,42% de tasa. La segunda supera el 21% y es una de esas localidades donde la falta de empleo más se cronifica. No es lo mismo buscar trabajo en El Vendrell que hacerlo en Vila-seca. No es igual aspirar a un empleo enfrentándose al 16,6% de paro de Cunit que sobrellevar el escaso 9,79% que arrastra Salou. En una misma provincia la creación de empleo y, por lo tanto, la salida de la crisis, crece a velocidades distintas. 

Si la recuperación del mercado laboral es el mejor termómetro para testar si se sale de la recesión, su polarización a nivel de Tarragona muestra desequilibrios notorios según se mire en un pueblo o en otro. Hasta 23 puntos separan un extremo de otro en la radiografía provincial. 

En los últimos años prácticamente todos los municipios de la provincia han creado empleo. Sin embargo, aún hay desempleo enquistado y que lastra la recuperación. En un repaso en perspectiva por el mapa del paro de toda Catalunya, llama la atención la acumulación de datos negativos en una zona: el Baix Penedès. Es la comarca con más parados de toda Catalunya, alcanzando un 21,47%. 

A ello contribuye la situación de El Vendrell, el municipio de menos de 40.000 habitantes de toda Catalunya que más paro tiene, con un 20,13%. Calafell, segunda localidad en la provincia, está en esa cuarta posición del ranking catalán, con un 17,85% de tasa de desempleo. 

El Montmell, Santa Oliva o La Bisbal del Penedès también están entre los municipios con más problemas para ofrecer un empleo.

¿Cuál es la causa? Básicamente, hay que retroceder diez años, al estallido de la burbuja, para entender la situación actual de paro acuciante. «Todo es fruto del monocultivo de la construcción. Era la actividad principal. Tenía los sueldos más altos, generaba que viniera gente de fuera, muchos extranjeros, trabajadores de otras zonas, de otras provincias», explica Rafael Muñoz, economista del gabinete de estudios de la Cepta. 

La burbuja más violenta

Si bien la construcción acabó siendo un mal generalizado en tanto que dependencia excesiva como nicho de negocio, ninguna zona como el Baix Penedès se encomendó de esa manera a esa actividad, con consecuencias funestas cuando explotó la burbuja. «Aquello desincentivó a los alumnos a seguir estudiando.¿Quién iba a querer hacer eso si te podías poner a trabajar y sacarte 3.000 al mes?», se pregunta Muñoz. Aquella burbuja se constituyó también en parte sobre la segunda residencia, pujante en la zona en aquellos años del boom del ladrillo.

‘Pagamos lo que sucedió hace diez años. ¿Quién iba a estudiar si podías ganar 3.000€ al mes?’, dice Rafael Muñoz

No sólo cayó la construcción, sino también todos los negocios añadidos, desde las tiendas de muebles hasta las de electrodomésticos. El resultado, años después, es todo un grupo de trabajadores que se han quedado en el limbo: mayores de 45 años que no quieren cambiar su perfil, sin perspectiva, y formación que no se adapta a lo que pide el mercado.

Pero no sólo el Baix Penedès sufre la devastación del desempleo. También el Montsià, con un 16% de paro, está entre las comarcas que más padecen. Y es que el Ebre no escapa a esa dinámica. Tortosa, la cuarta ciudad más importante de la provincia, es la quinta con más paro, en su categoría, la de municipios de entre 1.000 y 4.000 habitantes. PortAventura, el núcleo

La Sènia o Alfara de Carles, municipios mucho más pequeños, también destacan por sus altas tasas de paro. En localidades de menos dimensión también azota la cola del paro, si bien es verdad que, ante un censo tan pequeño, los porcentajes pueden desvirtuar en exceso la realidad. Aun así, Forès, Montferri y Bellmunt del Priorat sobresalen como pueblos donde es más complicado ingresar en el mercado laboral. 

¿Y dónde retrocede más el paro o resiste más firmemente el trabajo?. Rafael Muñoz tira de una metonimia: «La actividad está en PortAventura, para entendernos». Y luego añade: «El interior se está despoblando y el trabajo queda en la costa. La desertización de gente acaba llevando a la desertización económica». Los últimos balances de desempleo –relativos al mes de abril de este año– así lo indican. Salou, Vila-seca, Sant Carles de la Ràpita y Cambrils son los municipios con menos paro. Curiosamente, algunas zonas del interior también resisten y aparecen entre las que tienen menos desempleo. Batea o poblaciones que cuentan con algunas urbanizaciones de alto standing como Castellvell del Camp o Almoster se salvan de la lacra del paro en la medida de lo posible. Otros reductos de bonanza económica alejados de grandes núcleos son Horta de Sant Joan o Corbera d’Ebre. 

La resistencia también es rural

Pese a lo que pudiera parecer, hay zonas rurales de interior que han aguantado bien los envites del desempleo de los últimos años. La Terra Alta (con únicamente un 8,97% de paro resgistrado), la Conca de Barberà (10,42%) o el Priorat (11,62%) muestran mejores datos que otras comarcas más pobladas y con un peso más grande de la industria o el turismo. A veces la marcha o el cierre de una determinada fábrica en un municipio es factor suficiente para desnivelar la balanza. 

Algunas zonas del interior como la Conca de Barberà o la Terra Alta tienen poco desempleo

Y en toda esta composición, ¿qué lugar ocupan las dos ciudades más importantes de la provincia? Tarragona, con un 14,15% de paro, está mejor que Reus (16,25%), aunque bien es verdad que la capital del Baix Camp exhibe una mayor progresión. Desde 2012, año en el que ambas ciudades llegaron al techo de la tasa de desempleo, la ciudad reusense redujo el porcentaje en un 7,65% mientras que Tarragona se quedó en un 6,32%.

En cualquier caso, ninguna de las dos localidades puede sacar pecho si se compara con otras en Catalunya. Ambas están en el ‘top cinco’ de poblaciones de más de 40.000 habitantes con más paro. Reus ocupa la primera posición, por delante de Figueres y Mataró, mientras que Tarragona es quinta.  

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