El pleno de Tarragona dará luz verde definitiva a Mas d’en Sorder

El proyecto contempla la construcción de 222 viviendas en la zona del campo de golf Costa Dorada y un hotel de cuatro estrellas superior en la antigua masía modernista

16 febrero 2020 11:30 | Actualizado a 19 febrero 2020 12:23
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El proyecto de urbanización de Mas d’en Sorder está a punto de finalizar el largo periplo de tramitación administrativa para dar paso al inicio de las obras. Tras obtener en diciembre el informe medioambiental favorable, por parte de la Generalitat, el PPU43 se debatirá de nuevo en el pleno de esta semana, cuando está previsto que se lleve a cabo su aprobación definitiva. Esto permitirá iniciar los trabajos de urbanización en las inmediaciones del campo de golf Costa Dorada, en el que se constuirán 222 viviendas y se rehabilitará la antigua masía de Mas d’en Sorder, para construir un hotel rural con encanto.

El proyecto genera diferencias entre los partidos que conforman el pleno del Ayuntamiento de Tarragona. Así pudo constatarse en la reunión de la Comissió de Territori, que se celebró esta semana, cuando el equipo de Gobierno se encontró que al rechazo de la CUP se le sumaba la abstención de Junts per Tarragona, que se mostró muy crítica con el proyecto. «No nos gusta este modelo de urbanización de segunda residencia», defiende su portavoz, Dídac Nadal.

El dirigente de la formación independentista asegura que esta urbanización supone un «impacto extraordinario» e «inadmisible». «Proponemos acabar antes el casco urbano, con viviendas plurifamilares y de acceso para todos», argumenta Nadal.

Los de Ricomà no han querido hablar sobre este proyecto hasta que se haya producido la votación en el pleno. Sin embargo, el equipo de Gobierno formado por Esquerra Republicana y En Comú Podem sacará adelante la votación con el apoyo del PSC, Cs y PP.

Desde Partido Popular, José Luis Martín afirma que «es un plan parcial que cuenta con todos los informes favorables y que está previsto en el POUM». Un elemento que también pone en valor la concejal Begoña Floria (PSC) quien, por otro lado, destaca que el desarrollo de este plan parcial «ayuda a preservar la finca modernista».

Floria defiende que la zona de viviendas «es respetuosa con el entorno» y, por tanto, su formación dará luz verde para que el proyecto pueda seguir su curso.

Una oferta ‘elitista’

Rubén Viñuales, por su parte, destaca que esta nueva zona residencial supone una oferta «diferente» y «elitista» pero que «también debe existir en una ciudad como Tarragona, ya que también hay gente que tiene derecho a tener este tipo de vivienda». La formación naranja argumenta que es un plan parcial que «no molesta ni es agresivo con el medio ambiente».

En cambio, la portavoz de la CUP, Laia Estrada, lamenta que la urbanización de este entorno «afecta de forma clarísima a la Anella Verda». La concejal cupaire asegura que es una urbanización que «no responde a las necesidades en materia de vivienda de la mayoría de la población» y critica que «no encaja» con un modelo de urbanismo «sostenible».

El proyecto, impulsado por la sociedad Mas Maneguet SA, comprende un ámbito de 45 hectáreas de terreno. La zona edificable afecta a quince hectáreas, con una superficie de edificación de 158.000 metros cuadrados. En total se construirán 222 pisos –con una superficie de 125 a 175 metros cuadrados– y catorce viviendas de alto standing.

La urbanización se abordará por fases. En la primera se construirá el condominio 2, con nueve bloques de pisos de una planta baja más dos alturas. El resto se desarrollará en otras tres etapas.

Finalmente, se abordará la rehabilitación de Mas d’en Sorder. No se descarta que previamente pueda hacerse una intervención de consolidación de la estructura de la antigua masía modernista, que se encuentra en un estado de deterioro avanzado.

¿Cinco estrellas?

Su rehabilitación y transformación en hotel de lujo se dejará para la última fase. Se prevé que sea un establecimiento con encanto de altas prestaciones. De hecho, podría ser el primer negocio hotelero con una categoría de cinco estrellas en la ciudad, que quiere especializarse para convertirse en un referente para el turismo deportivo de calidad. El negocio preservará la antigua cúpula modernista y contará con una zona de spa.

La aprobación definitiva del PPU43 supone el inicio del fin de un largo proyecto que arrancó en los ochenta, con la construcción del campo de golf. Ya a finales de los noventa se apuntó la posibilidad de habilitar un hotel en esta zona.

El grupo inversor alemán Günther Borreck presentó el primer proyecto el 20 de mayo de 1998, con una inversión que superaba en aquellos momentos los 2.000 millones de pesetas (12 millones de euros). 

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