El propietario del Iot tiene ocho días para devolver el inmueble a la Generalitat

En caso de incumplimiento se pueden interponer multas coercitivas de hasta el 5% del valor del espacio ocupado

05 marzo 2019 07:14 | Actualizado a 05 marzo 2019 07:17
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El propietario del restaurante el Iot, ubicado en un edificio de la playa Larga, tiene ocho días hábiles para devolver la posesión del inmueble a la Generalitat, según publicó el DOGC de este lunes. Fuentes del Govern confirmaron que el anuncio se publica después de dos intentos infructuosos de notificar al propietario la resolución de desahucio para recuperar la posesión y poder sacar su explotación a concurso público. 

De acuerdo con la normativa en materia de patrimonio, el incumplimiento puede conllevar multas coercitivas de hasta el 5% del valor del inmueble. El otro restaurante que había en el edificio, el Tòful de Mar, cerró el 14 de diciembre y el Govern ya ha sacado su explotación a concurso. 

En mayo de 2015 la Generalitat autorizó un permiso de ocupación temporal por un máximo de tres años a los propietarios del Tòful de Mar y los del Iot. En el momento de agotarse, se prorrogó el permiso hasta noviembre de 2018. Mientras que las instalaciones del Tòful de Mar pasaron a manos de la administración en diciembre pasado, los responsables del Iot aún no han dejado el inmueble y continúan desarrollando su actividad a pesar de no disponer de título jurídico. 

Hasta este viernes a las 14 horas del mediodía
Es el periodo de tiempo fijado en el que expira el plazo abierto para presentar las ofertas para optar a la concesión del Tòful de Mar.

Ante esto, el Departament de Vicepresidencia i d’Economia i Hisenda incoó un expediente patrimonial de desahucio administrativo para recuperar la posesión y poder sacar su explotación a concurso público. Tras dos intentos de notificación infructuosos, el anuncio publicado ayer en el DOGC da un plazo de ocho días hábiles al propietario para devolver la posesión a la administración. 

A su vez, hace un mes el Ejecutivo sacó a concurso, a través de licitación pública, la explotación del servicio de bar-restaurante durante diez años en el espacio de cerca de 700 metros cuadrados que ocupaba el Tòful de Mar. La nueva concesión parte de un canon mínimo de poco más de 34.000 euros anuales sin impuestos y mejorable al alza en las ofertas.

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