El proyecto del nuevo hospital Joan XXIII estará listo en abril

Está previsto que a mediados de este año empiecen los trabajos, que se alargarán tres años. En 2023, la primera fase estará terminada, e implicará un cambio radical del equipamiento

01 enero 2020 14:30 | Actualizado a 01 enero 2020 14:31
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Este año es clave para el futuro del Hospital Joan XXIII. La primera fecha marcada en rojo en el calendario es el mes de abril, cuando el despacho de arquitectos –escogido para idear el nuevo centro hospitalario–, entregará el anteproyecto global y el proyecto ejecutivo de la primera fase de ampliación. Así lo explican fuentes de la Generalitat, quienes aseguran tener «garantizada» una partida presupuestaria de 48,5 millones de euros para poder hacer frente a los gastos de la primera etapa. Si todo va sobre lo planeado, la maquinaria in situ se empezará a ver a mediados de este año y se prevé que las obras duren unos tres años. Durante todo este tiempo, los trabajos no afectarán al funcionamiento habitual del hospital.

Hace justo un año, la Generalitat hacía público el proyecto ganador para la construcción del nuevo hospital. La propuesta Entre Places, realizada conjuntamente por tres despachos de arquitectura –Sanabria&Planas-Gallego Arquitectos, SLP-CDB Arquitectura, SLP-Mario Corea Arquitectura SLP–, quedó pen primer lugar en el concurso de ideas para la redacción del proyecto y la dirección de obra del futuro centro sanitario.

La idea inicial es derruir aquellos edificios que estén prácticamente obsoletos y construir uno de nuevo. Los únicos inmuebles que no se demolerán serán el C, donde actualmente están ubicadas las Urgències –está casi nuevo–, y el del Sociosanitari Francolí, donde también se encuentra el CAP Tarraco. La fisonomía del equipamiento cambiará radicalmente. Para empezar, el actual bloque central –donde se encuentra la puerta de entrada– se derribará. La mayor parte de servicios se ubicarán donde hoy en día hay el helipuerto. El plan incluye un nuevo edificio de 40.000 metros cuadrados, que acogerá la hospitalización, el bloque quirúrgico y los servicios de soporte clínico, como por ejemplo el Banc de Sang y el Diagnòstic per la Imatge, entre otros. También contará con los despachos, las oficinas, la cocina y la lavandería. Este inmueble tendrá siete plantas, dieciséis quirófanos y 245 camas de hospitalización.

Según explican los arquitectos, el bloque central comunicará con el C –el de las Urgències–, a través de un edificio puente, también de siete plantas. Esta construcción albergará algunos despachos médicos y tendrá 10 metros de ancho y 20 de profundidad. El objetivo es que los servicios dejen de estar desperdigados, como lo están ahora. En el nuevo equipamiento estará todo concentrado.

Los colores utilizados en el exterior del nuevo edificio central serán claros, como el ocre, por ejemplo. Los arquitectos aseguran que habrá mucho cristal en la fachada.

Todo esto pertenece a la primera fase del proyecto, la más importante. Cuenta con un presupuesto de 48,5 millones de euros, previstos en el Pla Econòmic i Financer d’Infrasestructures,cat, aprobado en junio de 2018. La cantidad económica está «garantizada», según la Generalitat, ya que no se ve afectada por la prórroga presupuestaria.

Además del traslado del edificio central, la primera fase del plan contempla la construcción de una rambla cubierta con placas solares y que atravesará todo el complejo sanitario. También están previstas dos plazas con zonas verdes, tanto delante como detrás del equipamiento principal. Cuando la consellera de Salut, Alba Vergés, visitó Tarragona, dejó claro que la intención es «aportar un ambiente acogedor y agradable, tanto para los pacientes como para los trabajadores». Otro de los cambios significativos será el traslado de la puerta de acceso. A partir de 2023, la entrada principal estará en la calle Guillem Oliver, delante de la Escola Tarragona.

Actualmente, los arquitectos están redactando el proyecto, que será entregado definitivamente en abril de este año, coincidiendo con que se cumple un año desde que se firmó la adjudicación. Los trabajos empezarán a mediados de este año y se alargarán durante un período de tres años. En el 2023, Tarragona tendrá un nuevo Hospital Joan XXIII. Entonces será el turno de las siguientes fases.

Sin presupuesto

En la segunda etapa se derruirán los edificios existentes, como el principal y el A –donde hay las consultas externas–. En este mismo período, se levantará un nuevo edificio para despachos y se ampliará la cafetería. Finalmente, en la tercera fase se construirán los edificios referentes a la docencia y a la investigación. Está previsto que el nuevo complejo esté totalmente listo en 2025. Pero cabe recordar que estas dos últimas fases todavía no cuentan con la partida presupuestaria.

Todo parece indicar que la promesa del ex conseller de Salut, Toni Comín, se hará realidad en los próximos meses. Fue en octubre de 2016, cuando el político visitó la ciudad para anunciar la construcción del nuevo hospital. Casi cuatro años después, el proyecto ya es un hecho.

«Será un Sant Joan de Reus 2.0»

Pero hay quien todavía se muestra escéptico. «No entendemos porqué se tiene que construir un nuevo hospital, si ni siquiera se aprovecha el que tenemos», asegura Ferran Mansergas, delegado sindical de la CGT, quien añade que «tendría sentido levantar más pabellones en caso de que el equipamiento hubiera quedado pequeño, pero no es el caso. La administración incluso tiene plantas cerradas para ahorrarse personal». La CGT denuncia que se ha elaborado un proyecto sin tener en cuenta la opinión de los trabajadores y recomienda a la Generalitat «trabajar más para dejar de perder profesionales, en lugar de construir un Sant Joan de Reus 2.0», añade Mansergas.

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