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Los agentes económicos de la ciudad de Tarragona exigen más «valentía, sensibilidad y creatividad» al gobierno municipal (ERC-Comuns) para reactivar la hostelería y evitar un cierre masivo de negocios a raíz de la crisis y la paralización de la actividad provocada por la Covid-19. Así lo pusieron de manifiesto ayer, durante el acto de protesta que los restauradores realizaron en la Plaça de la Font, y que contó con la asistencia de medio centenar de empresarios.
Laura Roigé (Cambra): «En situaciones excepcionales toca encontrar soluciones excepcionales»Durante la concentración, los organizadores –que lucían camisetas reivindicativas y que se subieron a unas sillas en el centro de la plaza– leyeron un manifiesto en el que expusieron que, debido al cierre obligatorio y a las restricciones de la reapertura, «están en peligro el 60% de los empleos» de un sector que «represente el 66% del PIB de Tarragona». Por ello, piden al ejecutivo liderado por el alcalde Pau Ricomà (ERC) «medidas extraordinarias por la pérdida del 60% del aforo interior», así como «la adecuación de las terrazas manteniendo el aforo total, ocupando la vía pública, ya sea usando el espacio de aparcamientos o mediante el cierre de calles», aseguraron.
Florenci Nieto (Pimec-Comerç): «El Consistorio debe tener un compromiso fuerte para garantizar los empleos»Los hosteleros piden al alcalde que «acuerde con los afectados de cada calle o zona la decisión definitiva a adoptar», a la vez que reivindican una «unificación de criterios en toda la ciudad por igual». Los organizadores también quieren tener «presencia» en las comisiones municipales «que decidan sobre nuestro sector».
«Falta un interlocutor válido»
Durante el acto, que se alargó por espacio de media hora, los hosteleros también pusieron sobre la mesa la necesidad de activar «ayudas directas de la administración local», ya que «nuestros costes han aumentado debido a las normas de seguridad e higiene que debemos efectuar en nuestros locales». Asimismo, exigen «dos años de condonación de impuestos y tasas», «ayudas directas a propietarios e inquilinos de los locales de restauración» y «una respuesta inmediata a diversos compañeros que todavía esperan la resolución sobre las terrazas», ya que «el compromiso fue de tres días y algunos ya llevan más de 21 esperando».
Salva Minguella (La Via T): «Bares y restaurantes no están contentos con el ritmo de las decisiones que se toman»Los impulsores del acto y del manifiesto critican también que, hasta ahora, el Ayuntamiento «no ha adoptado ninguna medida extraordinaria para ayudarnos», ya que «solo nos ha devuelto a los horarios habituales aprovechando el cambio de fase», recordando que «actualmente, la gran mayoría de terrazas que han solicitado legalmente la ampliación no tiene más mesas de las que tenía antes de esta crisis sanitaria» de la Covid-19.
Los hosteleros remarcan en el documento que ayer fue leído públicamente que «ha quedado demostrado que no podemos entendernos con la concejal de Domini Públic –Paula Varas– debido a sus intereses contrapuestos con el negocio en el que participa», por lo que piden al alcalde que «facilite un interlocutor válido que aporte soluciones», ya que de lo contrario «esta protesta se repetirá».
«Un apuesta real y fuerte»
Paralelamente, la presidenta de la Cambra de Comerç, Laura Roigé, pide al ejecutivo de la Plaça de la Font «sensibilidad, inteligencia y creatividad» para «salvar negocios de pequeñas empresas y de autónomos». La representante del ente cameral solicita al alcalde que «ante situaciones excepcionales, se tomen decisiones excepcionales», ya que «está en juego la supervivencia de las empresas».
En la misma linea se expresa el presidente de Pimec-Comerç, Florenci Nieto. «Es imprescindible que el Ayuntamiento se implique más en el tejido comercial», por lo que exige a la administración local «una apuesta real, fuerte y decidida para que se salven empleos, inversiones y se recupere la actividad económica» de un sector que «es clave para los ingresos del Consistorio», afirma Nieto.
Finalmente, el presidente de La Via T, Salvador Minguella, considera que «bares y restaurantes son los que tendrán más dificultades para poder superar esta situación, por lo que entre todos tenemos que apoyarlos», y lamenta que «si se ha llegado hasta esta situación es por qué no están contentos con el ritmo de las decisiones que se toman».
