El sector se muestra optimista de cara el verano

El hecho de que son pequeños establecimientos, no masificados, es una de las ventajas importantes que juegan a su favor

09 junio 2020 18:20 | Actualizado a 09 junio 2020 18:27
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Desde hace aproximadamente dos semanas, a partir de que algunos territorios comenzaran a entrar en la fase 1 y 2, y conn perspectivas de futuro, las casas rurales han comenzado a recibir llamadas para pedir información y también para realizar algunas reservas para este verano. Por ello, los dueños de estos establecimientos consultados por el Diari se muestran optimistas de cara a los próximos meses.

Ramon Vallès es bastante optimista sobre lo que va a ocurrir en julio y agosto: «Veo que la gente tiene ganas de salir». Como su negocio es pequeño y familiar «esperamos salvar la temporada. Estas tres últimas semanas se ha hecho alguna reserva. Pero los clientes están expectantes por si hay un rebrote», comenta.

Mas la Planella, que abrió puertas en 1995, cuenta ahora con ocho plazas, «el resto lo tenemos cerrado. No queremos poner en la misma casa a varios grupos de personas», reconoce Vallès. Añade que «la situación actual nos favorece porque los grandes hoteles no pueden competir con nuestra piscina o con nuestros espacios naturales».

Ana Priscila Magriñà asegura que, al menos por ahora, no se ve mucho movimiento de reservas, «hay gente de Barcelona interesada, pero como es de otra región sanitaria...». Sus clientes no proceden del Camp de Tarragona. Cuando se le pregunta si es optimista de cara a verano, contesta con un «quiero pensar que sí». Reconoce que comienzan a recibir llamadas de posibles clientes.

Sobre las ventajas de estar alojado en una casa rural, comenta que es ideal para toda clase de personas, «desde las que no se mueven de las instalaciones a las que les gusta hacer rutas. No tener masificación de clientes es una ventaja muy importante».

El propietario de Cal Poyo, en Paüls, a finales de mayo comenzaba a tener algunas reservas para julio y agosto: «En verano siempre se espera a última hora». Su casa rural, abierta en 2009, tiene una suite y dos habitaciones. «Yo ya no ponía a dos familias juntas, y con el coronavirus todavía menos», señala Joaquín Lluís Gavaldà, quien añade que ha mantenido los precios, «porque ya estaban muy ajustados».

Para familias

También se muestra esperanzado para este verano: «Creo que es una ventaja para nosotros, porque alquilamos para una familia. También dependerá mucho de la normativa de las piscinas; aquí al lado tenemos la municipal». Sobre el marco de su establecimiento, recuerda que está –al igual que otros– en una zona aventajada, «y no hemos tenido ningún caso de coronavirus. Tenemos el entorno natural del Parc Natural dels Ports, y esto nos beneficia». Y sentencia: «Es un año muy bueno para visitar nuestras fuentes de agua».

Con «recelo» encara Pablo Méndez la temporada de verano. Recuerda que en las casas rurales no hay aglomeraciones. En su establecimiento, las siete habitaciones con que cuenta la casa rural disponen de su propio lavabo, por lo que las familias no comparten este servicio. Y el hecho de que sean pequeños establecimientos, «es una ventaja para el que piensa sobre lo que está pasando».

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