El ‘skyline’ de las playas de TGN: tumbonas, toldos y patines

Algunos bañistas aseguran que, entre tantos servicios, casi no hay sitio para plantar la toalla. Otros aseguran que era necesario poner tumbonas y toldos. Empieza la temporada

13 junio 2017 11:19 | Actualizado a 08 junio 2018 12:39
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Todo está listo para empezar la temporada de playas. Los primeros bañistas ya cuentan con todos los servicios necesarios, como los chiringuitos o las actividades acuáticas. Y a partir del jueves, la seguridad en las playas ya será un hecho. Tanto Guàrdia Urbana como el equipo de salvamento de la Cruz Roja se ponen en marcha. Todo en su sitio para empezar la época de playas. 

Este año, han terminado las concesiones de algunos de los servicios de las playas de la ciudad, cosa que ha provocado alguna polémica entre el Ayuntamiento y las empresas particulares. Ahora, los conflictos se quedan al lado y es la hora de trabajar y dar rendimiento a los negocios que, como mucho, tienen cuatro meses de vida al año.

Y, de momento, lo cierto es que los toldos verdes, las tumbonas, los patines, los kayaks y los chiringuitos inundan las principales playas de Tarragona. En pleno mes de junio, la Platja de l’Arrabassada se ve llena, entre tanta tumbona y chiringuito. Pero hay diversidad de opiniones entre los bañistas. Algunos aseguran que «hacía muchos años que esperábamos unas hamacas para poder descansar», explica Luis Fonteca. La otra cara de la moneda la protagoniza Ana Pompeu, que asegura que «aquí no cabemos ahora, imagina en pleno mes de agosto». Hay de todo.

La Platja de l’Arrabassada ha sufrido algunas modificaciones significativas respeto el año pasado. El skyline de la playa ha cambiado y el color verde de los toldos caracteriza el espacio. L’Arrabassada continua contando con tres chiringuitos, que abren a las nueve de la mañana y cierran a la una del mediodía y que abren durante todo el año. El régimen de concesión es de 12 años más 3 prolongables. Dan de comer, de cenar y cócteles varios. Como principal novedad, la playa cuenta con dos puestos de tumbonas y toldos, que no ocupan más de 200 metros. Contratar dos hamacas y un toldo cuesta 14 euros al día. Coger solamente la tumbona, 4 euros y, sólo el toldo, 6. «La gente está encantada con este nuevo servicio y la mayoría nos dicen que ya era hora de poner las hamacas. Estamos en junio y la cosa está animada. Auguro un buen verano», asegura Sebastián Cabrera, uno de los trabajadores de la empresa  que se encarga de este servicio. 

Casualmente, esta compañía también cuenta con el servicio de actividades de agua de la Platja de l’Arrabassada, como patines, kayaks y la actividad de moda, el Paddle Surf,  que consiste en mantenerse de pie en una tabla más grande y estable que las propias del surf, mientras se lleva un remo de una sola pala para poder navegar. El precio de esta actividad es de 12 euros la hora. «Actualmente, esta playa es muy completa. También cuenta con un servicio de taquillas, para guardar bolsas y mochilas antes de hacer alguna actividad de agua», asegura Cabrera. De momento, pero, las taquillas están cerradas.

Pero l’Arrabassada no es la única playa que cuenta con estos servicios de deporte acuático. La playa virgen y natural por excelencia, la Platja Llarga también cuenta con la concesión de alquiler de embarcaciones sin motor para hacer windsurf, catamarán, patín catalán, surf, kayak y paddle surf, que dirige el Club de Vela Platja Llarga. Los bautizos de las actividades tienen un precio de entre 20 y 50 euros, y los bonos entre 10 y 30 la hora. Estos días, la zona se llena de grupos escolares que practican kayak en la Platja Llarga. Según el presidente del Club de Vela, Abel Perea, «los deportes de mar son una manera de conocer mejor nuestro litoral». 

Un solo chiringuito

Una de las principales novedades de este año, y que ha causado polémica, –sobretodo entre la gente joven–, es que la Platja Llarga solamente cuenta con un chiringuito. Hasta el año pasado, la playa tenía tres puntos para ir a tomar algo e incluso comer o cenar. Estos dos chiringuitos que ya no existen, acabaron el contrato el verano pasado y el Ayuntamiento no los ha vuelto a ofrecer. Según el concejal de Domini Públic, Josep Acero, la decisión se enmarcó en las actuaciones del Consistorio, que tienen la intención «de preservar el rol histórico de la playa natural y así proteger la zona de dunas».

Toni Camps, un joven de 23 años, usuario de la Platja Llarga, asegura que «es totalmente incoherente que se eliminen los chiringuitos porque se quiere apostar por la playa natural y, en cambio, se fomente más que nunca las embarcaciones con o sin motor». Actualmente, el único chiringuito de la Llarga, El Caloret, está situado a la altura del Tennis Park. Uno de los problemas es que, justamente delante, tiene el acceso de la Cruz Roja al mar, lo que significa que ningún usuario puede plantar la toalla.

La Platja Llarga y la de Tamarit cuentan con una embarcación a motor, la emblemática banana, que es conducida por una lancha. La de Tamarit también tiene un espacio de tumbonas y toldos y de un puesto de embarcaciones sin motor. Por su lado, la Platja de la Móra cuenta solamente con una zona de patines. Finalmente, en la Platja de la Savinosa y la del Miracle hay un solo chiringuito. Los empresarios auguran una buena temporada de playas, ya que en pleno mes de junio, los fines de semana están siendo fuertes. El Ayuntamiento explicó ayer que la policía administrativa velará por el cumplimiento de todos estos servicios.

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