El talento científico

El programa aporta una formación complementaria y exigente a aquellos jóvenes especialmente motivados por las matemáticas y la física

27 junio 2017 09:37 | Actualizado a 27 junio 2017 09:45
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Cada alumno tiene un ritmo de aprendizaje, unas cualidades, aptitudes e intereses diferentes. Desde la Universitat Rovira i Virgili, hace cuatro años que acompañan a las jóvenes promesas de física y matemáticas en el Camp de Tarragona. «Creemos que es un colectivo un poco abandonado en la reforma de la educación», opina Francesc Díaz, catedrático de Física Aplicada y coordinador del programa formativo Talent Jove. «Los profesores deben atender a la mayoría y la media de la clase», añade. Para evitar que estos estudiantes se acaben desmotivando, la universidad les plantea problemas más difíciles.

Talent Jove aporta una formación complementaria sobre un conjunto de materias científicas, en concreto, matemáticas y física, a los 40 alumnos con mejores resultados académicos del territorio. El programa tiene lugar los sábados por la mañana durante los dos cursos escolares de bachillerato y el contenido viene marcado por el bachillerato internacional. «En los años 60 se propuso un nivel formativo estandarizado para poder medir los resultados educativos y hasta qué punto eran los diferentes modelos eficientes», recuerda Díaz. «Ahora esos conocimientos fundamentales están por encima del nivel de secundaria e incluso, algunos se reservan para los primeros cursos de universidad», continúa. Las clases también están marcadas por la actualidad y el frenético ritmo con el que evoluciona la ciencia y la tecnología, que difícilmente incluirán los libros de texto. 

Los organizadores piden la creación de la doble titulación de física y matemáticas para dar respuesta a estos estudiantes

Interrogantes y retos como qué se necesita para poner un satélite artificial en órbita en la tierra son la chispa que prende la llama de la curiosidad de los jóvenes. «Les planteamos problemas que demandan nuevos conocimientos que ellos todavía no conocen y a partir de ahí, se hacen preguntas», explica Díaz. Según Gabriel Balint, de 17 años, adquieren las herramientas para «entender el mundo de la física y las matemáticas, entender por qué y cómo pasan las cosas». Estas clases de un estilo más magistral se combinan con sesiones de laboratorio donde los participantes pueden investigar sobre temas recientes como el auge de las tecnologías de fotónica.

Grupos entusiastas

Los requisitos para acceder a este programa no son menos exigentes que su contenido. En primer lugar, es imprescindible que los interesados hayan superado las asignaturas de matemáticas y física de cuarto de ESO con calificaciones iguales o superiores a 8,5. A continuación, deben acreditar las notas e inscribirse para realizar una prueba de nivel. «Queremos comprobar su creatividad a la hora de resolver problemas», comenta Díaz. Por último, los candidatos mantienen una entrevista personal con el equipo de docentes. «Mi profesora me lo recomendó porque las clases del instituto me parecían muy fáciles y creyó que esto sería una aventura más difícil», dice Balint. «Y la verdad, es que ha superado mis expectativas», añade.

Los responsables de este programa son cinco profesores, tres de universidad y dos de bachillerato, para asegurar una solución real. «Ninguno de nosotros había vivido una experiencia similar a la que se vive en los talleres de Talent Jove: 40 personas entusiasmadas con lo que les estás explicando», destaca Díaz. Las clases se componen por un grupo muy equitativo entre chicos y chicas (46% y 54%, con ventaja para el sexo femenino) y todos son muy participativos. Después de este exitoso resultado, los organizadores quieren pedir al rectorado la creación de la doble titulación en física y matemáticas para que la URV pueda seguir apoyando a estos jóvenes.

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