El tarraconense que más ha ido a los Sanfermines

Jaume Martí Such, el propietario de la mítica Ferreteria Martí Grau, ha disfrutado de los Sanfermines en 41 ocasiones. Cuenta al ‘Diari’ su idilio con la fiestas de Pamplona

30 noviembre 2018 07:58 | Actualizado a 30 noviembre 2018 08:00
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Jaume Martí tiene el récord. Es el tarraconense que más veces ha estado en las fiestas de San Fermín, en Pamplona. Con la de este año, ya son 41. Y no quiere ni pensar en el día que tenga que dejar de hacerlo. Sus palabras desprenden pasión y devoción. A este tarraconense le brillan los ojos cuando habla de las fiestas de San Fermín. «Cuando estoy allí, me olvido de las cosas malas», confiesa. El origen de esta historia se remonta al día 7 de julio del 1947, cuando curiosamente nació Jaume Martí. Casualidades de la vida. 

Cuando Martí cumplió los catorce años pidió a su padre trabajar con él en un almacén de hierros. El negocio se traspasó y su padre abrió la conocida Ferretería Martí Grau, en la calle Santa Joaquima de Vedruna. Ésta fue su primera ubicación, hace 45 años, pero el negocio no ha parado de crecer y ahora la nave se encuentra en el Polígon de Riuclar. 

Martí siempre ha estado muy vinculado a la ciudad, lo que ahora se llamaría un TTV –Tarragoní de tota la vida–. Fue casteller de la Colla Jove y llevó a hombros el paso de los nazarenos. Además, es socio fiel del Nàstic, aunque reconoce que cuando el equipo juega tarde le da pereza ir. Tiene muchos amigos en el Serrallo, y eso le hace sentir orgulloso. Vive en la Rambla Nova, pero también ha vivido en la calle Pau Casals y en un chalet en Solimar, donde ahora va a pasar los veranos. Martí es padre de dos hijos y ahora abuelo de tres nietos. 

Tres días de devoción
Su vida está marcada por los Sanfermines. Todo empezó cuando faltaba poco para que Martí llegara a la mayoría de edad. Viajó a Pamplona con sus tíos y sus primos, que vivían en Huesca. Fue su primera vez. «Me entusiasmó mucho, tuve una sensación extraordinaria. ¿Saben lo que es ver catorce charangas por la calle y la gente bailando sin parar? La persona que menos espíritu tiene, también baila», explica Martí. Desde entonces, solo ha faltado a la cita en dos ocasiones, y por causas mayores. Primero iba con su mujer, pero desde hace muchos años le acompañan tres amigos.

«Gastronomía a tope, ver encierros, toros y gigantes, y escuchar el txistu –una flauta con tres agujeros–», explica Martí, quien recuerda uno de los momentos más especiales. «Cuando fui por 25ª vez, mis amigos me recibieron en la sociedad gastronómica Upateguia –en castellano, bodega–, con un aurresku –una danza basca que se baila a modo de reverencia–. También me colgaron una banda con los 14 escudos de las peñas. Fue muy emocionante», explica Martí. 

El tarraconense tiene muchos amigos en Pamplona, gracias a la relación que forjó con un proveedor de la ferretería. Martí está en los Sanfermines durante tres días, y casi nunca el día 7. «Hay demasiada gente», asegura. Duerme en el Hotel Leyre, a 150  metros de la calle Estafeta. Le guardan la habitación año tras año.

Por la mañana, Martí y sus amigos se sientan en la plaza del Castillo para ver pasar a los mariachis, que cantan Sigo siendo el rey. Uno de los días, el tarraconense invita a sus amigos para  celebrar su cumpleaños Martí tuvo el honor de hacer de mulillero –los encargados de arrastar el toro–, con la chapela roja en la cabeza, recuerda. Pero han sido muchos los momentos que Martí jamás olvidará. Ratos y conversaciones con Ramón Calderón o Javier Solano, por ejemplo.

Es tanto el vínculo que ha creado, que incluso algunos vienen a Tarragona una vez al año para hacer una calçotada. «Quien viene conmigo a los Sanfermines por primera vez, siempre vuelve», asegura Martí. Que San Fermín le dé salud para seguir disfrutando.

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