«El transporte público no tan solo es el ferrocarril»

Entrevista. La Administración catalana propondrá a Adif la creación de un equipo de trabajo conjunto para el desmantelamiento, que «como mínimo» durará dos años

12 enero 2020 11:20 | Actualizado a 20 enero 2020 12:34
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Isidre Gavín i Valls (Barcelona, 1963) fue presidente de la Diputació de Lleida entre 2003 y 2007. Fue diputado por Lleida y de director general de la empresa pública Cimalsa. En julio de 2018 lo nombraron secretario de Infraestructures i Mobilitat de la Generalitat, convirtiéndose en el número dos de la Conselleria de Territori i Sostenibilitat.

¿La entrada en servicio de esta nueva infraestructura es una buena noticia para el territorio?

La finalización de las obras es una buena noticia, pero el territorio no aprovecha ni tiene las oportunidades que esperábamos todos. Es una expectativa frustrada porque Renfe y Adif tan solo piensan en la larga distancia, y en que Barcelona y València estarán más cerca.

La Generalitat es titular del servicio de Regionales y Cercanías.

Es una falsedad como una casa porque el traspaso que se hizo hace diez años jamás se ha cumplido. No se traspasó el dinero del déficit de gestión, no hay un contrato de servicios con Renfe y la realidad es de que en teoría somos los competentes pero cuando planificamos una oferta de servicio, o queremos implementar nuevos trenes, no podemos hacerlo si Adif o Renfe no dan el visto bueno, en función de la disponibilidad. Hace dos años presentamos una nueva oferta de servicios ferroviarios para el Camp de Tarragona y Terres de l’Ebre, que trabajamos conjuntamente con Renfe y la aprobamos en verano en el órgano mixto, y ahora nos dicen que no podrá ser.

¿Quién ha hecho los horarios?

Renfe y Adif.

¿Por qué no ha tirado adelante la suya?

La entrada de un nuevo tramo de Corredor obliga a reorganizar la alta velocidad y las mercancías, y tenemos la sensación de que no quieren introducir cambios que supongan un cierto riesgo, y que después ya veremos. Por ello decimos que para nosotros es una primera fase. Cuando no había forma humana de que hacer cambiar de opinión a Renfe, de que el Euromed parara en L’Aldea, dijimos que era urgente implementar los regionales de media distancia que tenemos. Respuesta de Adif: en Sants no caben más trenes. Al final aparece un camino.

Y es cuando pudo ponerse el Avant.

Efectivamente, con la única opción que Adif ofrece. De nuevo, los problemas de saturación y de la seguridad ferroviaria. Pero insisto de nuevo en que es una primera fase, porque vendrá el tranvía.

¿La segunda fase es el tranvía?

Es el tranvía y seguiremos trabajando para mejorar la oferta actual.

Para el tranvía estamos hablando de un mínimo de cinco años.

Son dos conceptos de segunda fase. El tranvía, que es cierto que tardará unos años, y la otra segunda fase es que no renunciamos a que Renfe y Adif corrijan los horarios que tenemos.

La interlocución había mejorado con los nuevos responsables de estos organismos.

Lo había hecho pero a efectos prácticos, en el momento de tomar decisiones, no nos han dado la respuesta que esperábamos.

El discurso de culpabilizar a Adif y Renfe no mejora las relaciones.

No estoy intentando culpabilizar a nadie, estoy explicando con transparencia lo que está pasando. Cuando la Generalitat es titular de la competencia la ciudadanía nos pide explicaciones. Tengo la obligación de decir cómo han pasado las cosas porque si no resolvemos definitivamente el traspaso esto no tiene ninguna solución.

¿Qué implica?

Que se cumpla lo acordado. Que se traspase el dinero del déficit, que se firme un contrato de servicios y que se hagan unas inversiones que se prometieron y no se han hecho. El Estado dijo que invertiría 4.000 millones en las Cercanías de Catalunya y lo ejecutado no llega al 14%. Hay que renegociar todo estos y no aceptaremos rehacer el traspaso si las inversiones no están en un convenio que obligue a las partes, con unos plazos fijos.

¿Cuándo empezaron a hablar de la nueva oferta de servicios?

Pedimos a Renfe la oferta de alta velocidad para el nuevo Corredor desde antes del verano, para evaluar si se complementaban los servicios de cercanías. Hasta el 19 de diciembre a la Generalitat no se nos ha dado de forma definitiva esta oferta.

¿Pudieron negociarla?

Renfe no ha querido introducir determinados cambios como las paradas del Euromed en L’Aldea, porque defiende con contundencia que no quiere penalizar el viaje Barcelona-València. Ha sido absolutamente imposible, pagando y ofreciendo convenios. Hemos podido incidir en corregir los horarios de los Talgo. Aunque quiero poner en valor que también hay unas mejoras. La estación de Vila-seca todos intuimos que pasará a ser un nuevo nudo territorial y el Avant también es una mejora muy importante para Tortosa, que por primera vez tendrá un tren de alta velocidad que le permitirá llegar a Barcelona con una hora y 35 minutos.

¿El caso de Salou es el más preocupante?

Sí, sabemos que hasta que no tengamos el tren-tranvía no daremos por superada esta situación. Mientras tanto, abordamos el problema con un autobús lanzadera que conecta todos los horarios de la R-17 y la RT2, de tal forma que desde la estación convencional habrá un autobús para coger un tren lanzadera hasta Tarragona.

Los usuarios mayoritariamente van a Barcelona y durante los meses de invierno no hay ningún tren directo.

Serán indirectos. Lo que hacemos es montar una lanzadera en autobús hasta la estación de PortAventura, para enlazar en horarios coordinados con la R-17 y ésta estará coordinada con la R-16 de Tarragona.

Pasan de un tren directo a Barcelona a la necesidad de coger un autobús que los lleve a una estación que les obligará a hacer un transbordo. Son dos escalas.

No necesariamente, los usuarios de la zona norte de Salou tendrán la estación de PortAventura más cerca. Es más complicado pero es la forma de reponer el servicio ferroviario. Los diez trenes que Salou podría tener de forma directa con Barcelona no pueden ser, porque ya te están pasando por el Corredor, y la entrada a Barcelona es un cuello de botella. Es un problema técnico real.

¿Por qué los trenes directos estarán condicionados a la temporada de PortAventura y no durante el resto del año?

Es la consecuencia de que Renfe y Adif nos dice que debemos implementar lo que tenemos. El objetivo es de que esta buena oferta que recupera Salou pueda tener una continuidad también en invierno.

¿Qué cree que pasará a partir de mañana?

Espero que pase algo similar a lo de Barcelona con la zona de bajas emisiones. Al principio es una catástrofe total, empezó el 1 de enero y ahora hay menos coches y el sistema de transporte público ha ido absorbiendo la nueva demanda. Una parte de los usuarios tendrán la información, otros no, pero les esperará el autobús delante de la puerta e irán adaptándose.

Hasta el jueves en la web de Rodalies Catalunya no aparecían los cambios y en la estación no había colgados los nuevos horarios. Hay mucha desinformación.

El hecho de que hayan ido tarde Renfe y Adif no nos ha permitido montar nada. Desde julio lo estamos solicitando.

¿Es un error el desmantelamiento?

No, porque detrás pondremos el tren-tranvía. Sería un error si detrás no pasara nada, pero no estamos hablando de la eliminación de una vía sino de una substitución. Esta vía es una herida tremenda, con una situación de inseguridad.

Las condiciones de inseguridad mejorarán cuando dejen de pesar las mercancías y los Euromeds. Podría haberse apostado por una transformación.

Este escenario de convivencia se planteó durante algún tiempo, pero Adif no quiso aceptar esta situación. Nos repite que tiene una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), de obligado cumplimiento, y que hay que desmantelar lo viejo. De aquí no hemos pasado.

La Generalitat podía solicitar el traspaso, cuando deja de estar dentro de la Red Estatal de Interés.

Lo hemos pedido todo, pero Adif dice que es suyo y que hay que desmantelarlo porque la DIA le obliga. No nos han dado otra opción. Lo que nosotros le decimos es que lo haga selectivamente y que en la parte urbana tiene todo el sentido del mundo, pero hay partes de la infraestructura que pueden mantenerse para el tren-tranvía, lo que nos permite ganar tiempo y recursos públicos.

No hay proyecto ni calendario ni presupuesto.

Adif quiere sacar el cobre de la catenaria de forma inmediata, porque sino hay el riesgo de que la roben. Nos han presentado su calendario de actuación y les vamos a proponer hacer un proyecto de desmantelamiento conjunto, firmar un convenio y hacer un equipo técnico compartido para que saquen la vía de la parte sur y de la trama urbana. Esto debe permitirnos construir el tren-tranvía con la máxima celeridad. Por nuestra parte, adjudicaremos los estudios informativos y de impacto ambiental durante este enero para solapar los trabajos.

¿Conocen cuándo puede alargarse este desmantelamiento?

Un par de años seguro, como mínimo.

La interlocución con Adif es la que es, se ha tardado veinte años en hacer esta variante, ¿por qué hay que confiar en que esto podrá seguir adelante tan rápido como plantean?

Tan rápida no. Las infraestructuras ferroviarias no pueden hacerse de forma rápida y no debemos confiar en ello. Las tramitaciones son muy complejas y no puedo decir a la ciudadanía lo contrario, porque necesitará su tiempo. El desmantelamiento puede durar un par de años e intentaremos solapar calendarios para ganar tiempo.

Hay un recurso contencioso-administrativo por parte de la PTP y la Pdf.Camp.

¿Se ha presentado? No tenemos ninguna constancia más allá de su anuncio y sorprende porque puede presentarse un contencioso cuando no estás de acuerdo con una decisión, pero no contra alguien que no tiene que ver con ello.

Si se abre una vía judicial podría decirse que no puede actuarse sobre la infraestructura hasta que no se resuelva.

Ya lo veremos. No tenemos constancia de ello y no podíamos ir en contra de una decisión del Estado.

La concejalía de Territori i Sostenibilitat habla de emergencia climática y aquí desaparece un servicio de transporte público.

No. Va a hacerse el tren-tranvía. Debería abrirse el zoom y hacerse un análisis global, porque mejorará mucho la oferta de transporte público de estas comarcas. Sin olvidarnos de la oferta de autobús. El transporte público no tan solo es el ferrocarril. Cambrils tiene cien autobuses al día con Tarragona y dieciocho a Barcelona. Y Salou noventa por sentido a Tarragona, más el tren rápido, y diecinueve con Barcelona.

¿Se han reforzado los servicios?

Hemos calculado los usuarios potenciales y entendemos que es suficiente, pero mantenemos la guardia y si hay una parte de la oferta que no se cubre bien actuar con celeridad. Hemos advertido a los proveedores y estamos preparados para implementar todos los autobuses que haga falta en 48 horas.

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