El turismo cae un 8% este verano en Tarragona

El sector de la provincia se queda lejos del récord del año pasado y de los buenos datos de 2016. Hubo 5,5 millones de pernoctaciones de junio a agosto, lejos de los seis de 2017

02 octubre 2018 19:34 | Actualizado a 03 octubre 2018 12:48
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Definitivamente, la temporada turística en Tarragona quedará lejos en este 2018 de sus mejores cifras, registradas el año pasado. Si 2017 fue un año récord –se superaron hasta octubre los 20 millones de pernoctaciones–, en el actual ejercicio las sucesivas oleadas de datos muestran siempre retrocesos más o menos marcados. 

La Federació Empresarial d’Hostaleria i Turisme de Tarragona (FETH) ya alertó de que en julio y en agosto se producía «un descenso significativo de pernoctaciones». Ahora, las estadísticas ofrecidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el mes de agosto confirman la tendencia. En ese mes, el más importante de la temporada alta, las pernoctaciones en la provincia bajaron un 5,8%. En el global de todo el verano –sumando junio, julio y agosto– el retroceso fue todavía mayor y alcanzó el 7,8%. 

El año pasado el sector supo vencer escollos que amenazaron la campaña: no sólo el efecto de los atentados de Barcelona y Cambrils, sino también la inestabilidad política provocada por el procés e incluso los amagos de turismofobia. Ahora la deriva general influye. En julio y agosto las pernoctaciones descendieron un 8,7% mientras que si se analiza todo el año la bajada se queda en el 6%. 

Un descenso esperado

El descenso era algo esperado entre el empresariado turístico. Buena parte del sector ha admitido que si bien la inestabilidad política no es responsable de la caída, se trata de un factor que no ayuda. Pero al deterioro de la estadística contribuyen otras causas. La reapertura de mercados competidores como Turquía, Egipto o Túnez no está beneficiando, así como tampoco el hecho de que hubiera plazas disponibles en las Islas Baleares o las Canarias, rivales directos del litoral tarraconense dentro del mercado nacional. Incluso la devaluación de monedas como el rublo aflecta. 

No se trata, sin embargo, de una campaña negativa, al menos a juzgar por los datos en perspectiva que arroja regularmente el INE. Entre junio y agosto, los hoteles de la provincia registraron 5,5 millones de pernoctaciones. Es bastante menos que los seis millones del año pasado, cuando se llegó al récord. También es menos que en 2016, cuando en ese mismo periodo se conquistaron los 5,6 millones de pernoctaciones.

Sin embargo, la de este 2018 es la tercera mejor cifra de la última década, un balance bastante por encima de los que se registraron en los años más duros de la crisis. En cualquier caso, se trata, eso sí, de los datos hasta agosto. Habrá que añadir después los de septiembre, tanto por parte del INE como por parte del Observatori del Parc Científic i Tecnològic de Turisme i Oci. Una vez se tengan, el sector hará un balance completo para analizar si las cifras actuales son realmente tan negativas o bien 2017 fue un año tan excepcional que es muy difícil repetir. 

Marcas en descenso

Los descensos también se reproducen si se analizan las dos marcas turísticas de mayor potencia en el territorio. Durante el mes de agosto la Costa Daurada recibió 17.376 viajeros menos: de los 472.980 del año pasado a los actuales 455.604. Es un 3,6% menos. Durante ese mes hubo 121.264 pernoctaciones menos en los hoteles de la Costa Daurada, siempre según el INE, lo que equivale a un retroceso del 5,6%. 
Curiosamente, en la Costa Daurada, el epicentro turístico de la provincia, sí que aumentan tanto los viajeros como las pernoctaciones del turista nacional. El declive viene cuando se analiza el visitante procedente del extranjero. 

Tampoco las Terres de l’Ebre, con un visitante fundamentalmente nacional, escapan a la dinámica. En agosto hubo 7.869 visitantes menos, al pasar de los 60.217 del año pasado a los 52.348. Se trata de un descenso de más del 13%. No hay mejores estadísticas si se atiende a las pernoctaciones, el principal baremo utilizado para calibrar las tendencias turísticas. Hubo 13.379 pernoctaciones menos en las comarcas ebrenses, al pasar de las 163.556 a las 150.177. Es una bajada del 8%. 

Porcentajes, en cualquier caso, acordes con una dinámica generalizada en España. El sector turístico en el global del país cerró julio y agosto con un descenso del 3,8% de los viajeros. El mercado está lastrado por las caídas en dos de sus principales mercados emisores, Reino Unido y Alemania.

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