El verano que lo cambió todo

En la novela La cena (2010) Herman Koch hablaba sobre el asesinato de una mendiga en un cajero automático de Barcelona, unos hechos reales que conoció gracias a la vinculación familiar que mantiene con la Ciudad Condal, y sobre cómo los padres de los niños responsables de tal atrocidad responden ante la sociedad. 

Con el revuelo creado ante tal propuesta literaria y con una muy concreta puesta en escena, el autor holandés consiguió remover las conciencias de todos sus lectores y además obtuvo el reconocimiento internacional con esta obra, siendo guardonado como Libro del Año y Premio del Público en Holanda. 

Dos años después, Koch volvió a tomar esta fórmula para su novela Casa de verano con piscina (2012), otro apetitoso título que vuelve a esconder grotescos secretos en su interior. 
En esta ocasión nos presenta a Marc Schlosser, un reconocido médico de cabecera en Ámsterdam, cuya nutrida clientela se compone, sobre todo, de gente del mundo del espectáculo y la cultura. Aunque ha encontrado la fórmula perfecta, Marc siente cierta hostilidad tanto por su profesión como por sus clientes. Sus ilustres pacientes valoran especialmente el tiempo que dedica a las consultas, donde ellos se sienten reconfortados y escuchados. Pero tras la aparente generosidad del médico, se esconden un pequeño hastío, despreocupación y poca honestidad para con su clientela. 

Ojo aquí a los aprensivos porque Koch no se abstiene en absoluto de ahondar en materia sanitaria. 

Uno de esos pacientes es el actor Ralph Meier, con quien tras algunas visitas consigue entablar una especie de amistad. Tal es así que el ostentoso Ralph le propone pasar parte del verano en su casa con piscina a Marc y su familia. Una encantadora propuesta que no permite vislumbrar que la decisión trastocará a todos los personajes. 

Con una magnífica pluma, que dibuja perfectamente escenarios, personajes y situaciones, las novelas de Koch jamás dejan indiferentes a nadie. Es fácil introducirse en su mundo y sentirse casi chapoteando en la misma piscina de Ralph Meier en ese verano que cambió el rumbo de las vidas de tres familias para siempre. Y sobre todo, inevitablemente nos sembrará las dudas que pretende Herman Koch: ¿qué posición cogemos ante las decisiones que toma Marc? ¿Qué opinión nos queda de su ética profesional? ¿Y el sentido de culpa? ¿Es mejor ser sincero y franco o mantener unas relaciones personales basadas en la diplomacia y la falsedad? ¿Cómo actuaríamos nosotros y qué hubiésemos hecho en el lugar de Marc? 

Casa de verano con  piscina

• Autor: Herman Koch
• Editorial: Salamandra
• Páginas: 352