El virus entró en Tarragona por focos en Vitoria y en el norte de Italia

Los primeros casos, detectados en Salou y Cambrils, están ligados al País Vasco, donde hubo un evento supercontagiador, y a Italia, donde fue clave el Atalanta-Valencia jugado en Milán

03 marzo 2021 12:30 | Actualizado a 03 marzo 2021 12:54
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Los primeros casos de coronavirus llegaron a Tarragona por focos bien definidos y estudiados. En una semana se cumplirá un año de la detección oficial de cuadros de Covid-19 en la provincia. Fue el 10 de marzo de 2020 cuando el Departament de Salut notificaba que Tarragona, tras esquivar la enfermedad desde hacía días mientras el goteo de casos era constante en otros territorios, registraba la patología. Dos pacientes de Cambrils, una madre y una hija, habían contraído el virus en un viaje reciente a Bélgica, donde estuvieron en casa de un familiar que pasó por el norte de Italia unos días antes. Precisamente el país transalpino estaba siendo azotado con virulencia por el SARS-CoV-2.

El otro origen de aquella jornada está en dos enfermos más, estos de Salou, que habían estado en contacto con un familiar de Vitoria en los días previos. La movilidad fue decisiva en aquellos primeros contagios, previos al estado de alarma de mediados de mes. Así pues, la presencia de esos lugares, Vitoria y el norte de Italia, no es baladí, sino que significa mucho en aquellos primeros momentos de la pandemia.

Sin paciente cero

Un trabajo del consorcio SeqCovid-Spain, liderado por un equipo de investigadores con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha publicado el informe ‘Una perspectiva genómica de la pandemia: lecciones en salud pública’. En momentos en los que aún no había restricciones y la movilidad era elevada, es muy complicado seguir el rastro del virus hasta su origen. Los responsables de este estudio sostienen que no hubo un paciente cero. De hecho, en Tarragona pudo haber diferentes y múltiples entradas, más aún teniendo en cuenta el infradiagnóstico que dominaba por aquel entonces: existían muchos más casos de los que se registraban oficialmente por Salut.

Iñaki Comas es investigador del CSIC en el Instituto de Biomedicina de Valencia y responsable del proyecto: «Estamos viendo que, si bien hubo múltiples introducciones en España, solo unas pocas tuvieron éxito epidemiológico. Creemos que eso puede ser debido a que estuvieron asociadas a grandes eventos superdispersores, que permitieron que el virus se mantuviese entre la población».

Cientos de introducciones

«Hemos detectado cientos de introducciones, del orden de 500 tirando por lo bajo, que generaron brotes más grandes o más pequeños. Algunas de ellas llegaron para quedarse y han sido responsables de un gran número de casos en la pandemia», contaba Comas, meses antes de la irrupción de las nuevas cepas. Esas múltiples irrupciones son compatibles con acontecimientos puntuales que dispersaron el patógeno.

Casi un mes antes de los casos en Tarragona, en la segunda quincena de febrero, el estudio del CSIC detecta entradas múltiples por Valencia, a partir del partido de fútbol de la Champions League que se disputó entre el Atalanta y el equipo ‘che’. Ese encuentro se celebró en Milán, al norte de Italia, precisamente la zona de donde procedió el contagio en Tarragona, aunque por aquel entonces toda la región del país estaba siendo afectada. En ese periodo, también se detectan ferias de arte en Madrid y visita de casos de Valencia como detonantes. «Probablemente entró por más sitios, pero no tenemos acceso a la información epidemiológica detallada», sostiene el informe. Otro momento fundamental en aquel inicio fue finales de febrero, donde se señalan «eventos de superdispersión como el de Vitoria, que corresponde con el brote por un funeral, llega a población general en el País Vasco y La Rioja, incluyendo residencias de ancianos», lo que «aumenta la frecuencia del genotipo y evita su extinción».

A principios de marzo, el estudio, basado a partir de muestras y con herramientas de epidemiología genómica, detecta una «movilidad a toda España, incluyendo las islas, en menos de diez días desde las entradas conocidas». Los datos cuadran con lo que sucedía en Tarragona: el día 10 se localizaban esos primeros casos, con vínculos con el País Vasco.

Entradas por Madrid y Valencia

El informe científico recalca que el virus «fue introducido repetidamente en España al menos por dos vías, Madrid y Valencia» y que «existe constancia epidemiológica de que algunos de los casos secuenciados están asociados al partido Atalanta-Valencia de Champions League del 19 de febrero. Asimismo, hay datos de que algunos casos importados de Italia, si bien entraron por Valencia, estuvieron en sitios públicos en Madrid. También se celebró una feria de moda en Milán casi al mismo tiempo y poco después una de arte en Madrid. Todo esto hace muy probable que el virus se introdujera simultáneamente por Valencia, Madrid, y posiblemente otras ciudades y comunidades».

También se aluden a «focos tempranos en el País Vasco y en Andalucía, aunque no podemos concretar si fueron introducciones independientes, posiblemente desde las mismas regiones italianas, o movimientos del virus desde Valencia o Madrid. Esto indica que probablemente el éxito inicial dependió de múltiples introducciones y no solo de una».

¿Pero qué quieren decir en realidad eventos supercontagiadores? «Al contrario que en otras enfermedades infecciosas, el evento de superdispersión es común y podría estar detrás del éxito inicial del virus. El término hace referencia a que unos pocos infectados son capaces de contagiar a un gran número de personas, mientras que la gran mayoría no transmite el virus. En el caso del coronavirus se estima que un 10% de los infectados contribuye a un 80% de las transmisiones. Generalmente se da cuando una persona infectada se encuentra con circunstancias amplificadoras de la transmisión: espacio cerrado, mucha gente, contacto estrecho sin mascarilla y poca ventilación», indica Iñaki Comas.

Diferentes vías

El genotipo que triunfó y prosperó en aquellas semanas de marzo se denomina SEC8 y es «un buen ejemplo de por qué la epidemia enraíza más fuertemente en algunos lugares que en otros». Sostiene el estudio del CSIC que «en España entró simultáneamente desde Italia por diferente vías, probablemente no todas documentadas por nosotros».

Algunas de esas entradas murieron, pero otras «lograron establecerse y expandirse primero a partir de esos eventos de superdispersión locales (similar a lo descrito en los Estados Unidos) y luego a través de la movilidad a través del país. Como resultado, a principios de marzo de 2020 el SEC8 dominaba la epidemia en España y se encontraba más o menos presente en todo el territorio nacional».

Un control de fronteras más estricto y riguroso unido a cierres de movilidad tempranos y locales probablemente hubiera limitado la expansión de aquella primera versión del patógeno. Para concluir, esta radiografía genómica indica que «unos pocos casos ya son indicadores de una situación que se puede descontrolar» y sostiene que «las ciudades actúan de irradiadoras del virus».

Aquella misma semana, previa al estado de alarma, el goteo de positivos en la provincia fue de ciudadanos en localidades como El Vendrell o Torredembarra. Algunos casos precoces en la capital del Baix Penedès tuvieron su origen en Barcelona, una zona por aquel entonces mucho más afectada, si bien el cerrojazo que se produjo por el confinamiento domiciliario evitó una mayor difusión desde la ciudad condal. Los desplazamientos fueron fundamentales en una transmisión del SARS-CoV-2 que a partir de ahí ya resultó imparable.

Las claves

Atalanta-Valencia.  El 19 de febrero de 2020 Milán acogió un Atalanta-Valencia de Champions catalogado como ‘bomba biológica’ que introdujo el virus en España. En Tarragona uno de los primeros casos registrados tiene vinculación con el norte de Italia. 

Feria de arte en Madrid.  Una feria de moda en Milán y una de arte en Madrid fueron acontecimientos clave para la dispersión del virus y su entrada simultánea por varios puntos en España, según el estudio del CSIC. 

Funeral en Vitoria.  Fue uno de los eventos señalados como de superdispersión. Uno de los primeros casos en Tarragona, en marzo de 2020, tiene relación al menos con el importante foco de contagios que había en aquel momento en la ciudad del País Vasco. 

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