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Las actuaciones se iniciaron el pasado 27 de julio cuando agentes del SEPRONA de la Guardia Civil de Tarragona, tuvieron conocimiento del mal estado de unos cánidos situados en una finca rústica situada en la localidad del El Pont d’Armentera.
En dicha finca, obraban unas instalaciones en las que, el propietario de la misma, destinaba al uso de perreras careciendo de autorización para ello. Presentaban unas condiciones higiénico-sanitarias muy deficientes sin ningún tipo de garantías para la seguridad y bienestar de los animales.
Los perros se encontraban en el lugar con evidentes síntomas de desnutrición y posibles enfermedades como caquexia, sarna, e incluso parásitos muy dañinos para esta especie y el ser humano por la facilidad con la que transmiten enfermedades como la Pulex irritans (pulga común), etc…
Algunos de los animales deambulaban por el exterior de la finca ya que carecía de un cercado efectivo. Además, en el momento de realizar la inspección, los miembros del SEPRONA comprobaron que dichos animales no contaban con suministro de agua y alimentos vitales para su sustento. Alguno de ellos fue encontrado por los agentes encerrado en una jaula a pleno sol y sin agua, cuando la temperatura ambiente rondaba en la zona los 30º centígrados.
Una vez emitidos los informes veterinarios pertinentes que corroboraron el mal estado de los animales, se recomendó la aplicación inmediata de un tratamiento de higiene y profilaxis fuera de las instalaciones insalubres en las que fueron encontrados.
Los guardias civiles del SEPRONA, tras dar cuenta de lo actuado a la Autoridad competente del Ayuntamiento del Pont d’Armentera procedieron de forma urgente al comiso de los animales y posterior traslado a las instalaciones de la Societat Protectora D´Animals de Catalunya (SPAC) en la localidad de Torredembarra, para recibir asistencia y cuidados veterinarios.
Tras realizar la correspondiente comprobación de microchips subcutáneos implantados en los cánidos, los agentes del SEPRONA se percataron de que uno de los ejemplares de raza sabueso anglo-francés, valorado en unos 3000€, figura como sustraído desde hace varios años en la localidad de Astorga (León), manifestando su legítimo propietario el deseo de recuperarlo y su agradecimiento a la Guardia Civil por la labor realizada.
De las actuaciones practicadas hasta la fecha se desprende la imputación de C.V.A. como presunto autor de los supuestos delitos de maltrato animal y receptación entregándose las diligencias en el Juzgado de Guardia de Valls (Tarragona), además de las correspondientes actas de inicio de expediente sancionador por infringir la legislación vigente en materia de sanidad animal y la aprehensión de 11 cánidos.
La investigación continúa abierta al observarse irregularidades en los pasaportes de procedencia de los animales que hacen presuponer un posible origen ilícito.
