Un azor común (Accipiter gentilis) falleció esta semana en una de las torres de media tensión (25.000 voltios) situadas en el término municipal de Perafort (Tarragonès). El ave rapaz murió electrocutada al tocar una de las partes de la estructura metálica con tensión de una de las torres. La descarga de 25.000 voltios mató el halcón perdicero y éste cayó al suelo fulminado.
El animal fue recogido por los Agents Rurals de la Generalitat tras recibir un avisó de la presencia de un ave rapaz muerta al pie de la torre eléctrica de media tensión.
A raíz del incidente, los Agents Rurals alertaron a Endesa, propietaria de la instalación, para remarcar que la torre carecía de protección para las aves y era un riesgo para ellos si paraban en la parte superior. La compañía eléctrica activó su programa de mejoras en las torres para evitar electrocuciones de las aves y poner fin al problema.
Per exemple, hem trobat un exemplar d'#astor mort per electrocució a #Perafort i s’informa a la companyia elèctrica. Aquesta realitza canvis i modifica el suport per evitar que cap altra au mori o s'accidenti #fauna #electrocucions pic.twitter.com/iBPOwkI9Rj
— Agents Rurals (@agentsruralscat) 10 de enero de 2019
Fuentes de Endesa han explicado que las torres que se instalan en los últimos años por toda Catalunya, así como las que están en zonas sensibles como parques naturales o de protección de avifauna, ya vienen de "fábrica" con las fundas para evitar estos incidentes.
La misma compañía eléctrica reconoce que las torres más viejas carecen de esta protección aislante y se deben ir colocando estas fundas a medida de que se conocen percances como el de Perafort.