Enésima chapuza en el Corredor Mediterráneo

La nueva línea del Corredor mantiene un cuello de botella de 5 kilómetros

19 mayo 2017 16:15 | Actualizado a 24 diciembre 2019 23:21
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El tapón ferroviario en el Camp de Tarragona no se eliminará cuando entre en funcionamiento la variante Vandellòs-Tarragona que se está ultimando. Después de cerca de veinte años de obras, el Corredor del Mediterrani que está ejecutando el Ministerio de Fomento comprende un tramo de unos cinco kilómetros de longitud que será un auténtico cuello de botella.

El problema se ubica en el nudo de Vila-seca. En este tramo hasta Cambrils podrán pasar, en una de las vías, trenes tanto de subida como de bajada. Una complicación que puede afectar la capacidad de una línea en la que se prevé que circulen convoyes de alta velocidad y en la que los pasajeros tendrán que convivir con las mercancías.

La causa está en que este nudo de Vila-seca es el punto en el que se cruza el Corredor del Mediterrani con la línea Reus-Tarragona. Ambas líneas están conectadas en lo que se conoce como un by pass , es decir, una especie de ‘y’ que cuelga de la línea principal, tal y como puede verse en el mapa. Esta solución se adoptó de forma que los convoyes procedentes de València pudieran desviarse hasta el centro de Tarragona y proseguir por la línea litoral hasta Barcelona, y viceversa. No obstante, la interconexión que se ha hecho es muy limitada.

Uno de los brazos ni siquiera está construido y ahora mismo hay auténticas dudas de si finalmente se llevará a cabo. Mientras que el otro está empalmado tan solo a la vía de mar.

Esta interconexión obligará a que los trenes de viajeros y mercancías que salgan de Tarragona dirección València circularán en dos tramos distintos en dirección contraria. El primero de unos 300 metros, a partir de la estación de Vila-seca, y en el segundo caso, cuando se incorporen a la línea principal del Corredor del Mediterrani.

La fotografía número 1 expone este segundo caso. En ésta puede constatarse cómo los trenes procedentes de Tarragona se incorporarán al Corredor a partir de este ramal secundario conectado a la vía de la derecha, por la que subirán los trenes desde la Comunitat Valenciana.

Hasta la estación de Cambrils este tren no podrá incorporarse a la vía que le corresponde, por lo que la gestión de este tráfico limitará considerablemente las posibilidades de esta anhelada infraestructura.

En el informe sobre el estado de las obras del Corredor del Mediterrani que hizo el lobby empresarial Ferrmed ya se apuntaba el problema que esto representará. El documento apunta que «el enlace de la línea Tarragona-Reus con la nueva variante procedente de Camp de Tarragona con destino Vandellòs, significará un cuello de botella de primer orden».

También han alertado sobre esta situación las plataformas en defensa de los viajeros de transporte público. Daniel Pi, portavoz de la plataforma Promoció del Transport Públic (PTP) en el Camp de Tarragona, lamentaba que esta solución «creará un nudo, ya que en este tramo entre Vila-seca y Cambrils la vía de mar funcionará como una vía única, con trenes en ambos sentidos».

De hecho, lo previsible es que los convoyes que tengan prioridad sean los que circulen por el eje principal, por lo tanto esta situación perjudicará especialmente a aquellos convoyes que quieran incorporarse o salir hacia Tarragona. «Está claro que los empalmes que han hecho no se corresponden porque hay alternativas para evitar esta chapuza», lamenta Pi.

Para el portavoz de la PTP esto demuestra que «tan solo tienen en cuenta el Corredor del Mediterrani como una mejora en las conexión València- Barcelona, sin tener en cuenta el resto del territorio» .

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