Escape Rooms confinados

El presidente Pedro Sánchez confirmó este pasado fin de semana que el confinamiento superará la temida cuarentena inicial. Como seres sociales que somos, añoramos pasar tiempo con nuestros familiares y amigos y, cómo no, realizar actividades fuera de casa. La necesidad de escapar de entre las cuatro paredes de las que no salimos hace ya más de un mes es cada vez más imperiosa para muchas personas. 

Una buena opción para evadirnos, pasar un rato divertido con nuestros seres queridos, activar nuestro ingenio y olvidarnos un poco del monotema ‘coronavírico’ son los escape rooms. Para jugar online, por supuesto.

Consistente en un grupo de jugadores que debe solucionar enigmas de todo tipo para ir encontrando pistas que les ayuden a enlazar una historia y conseguir escapar antes de que finalice el tiempo disponible, los escape room son juegos mentales y físicos que en los últimos años han aumentado su popularidad notoriamente. 

La crisis sanitaria por el coronavirus también ha afectado a este tipo de negocios, ya que las salas donde se realizaban han tenido que bajar la persiana, ocasionando grandes pérdidas para las empresas y dejando a muchas personas sin uno de sus pasatiempos en comunidad favoritos.

No obstante, algunos de ellos se están reinventando para adaptarse a la nueva situación, ofreciendo una experiencia similar a las que proponen en sus salas de forma virtual. No podremos movernos físicamente más allá de nuestro salón o habitación, pero sí podremos participar en grupo a través de videollamadas. Además, la mayoría de los que se ofertan de forma online son gratuitos.

Algunas de estas opciones en red y que más éxito están teniendo son Hora 26, donde los participantes ayudan al doctor Arribia que, llegado del futuro, tiene que arreglar su máquina del tiempo para volver a su época; La entrevista, donde los cuatro jugadores que participan optan a un empleo del que no conocen nada pero saben que están capacitados; Apocalipis higiénico, una opción muy acertada para el actual momento, donde hay que demostrar que los componentes son descendientes de un poderoso príncipe africano para obtener la preciada herencia: una buena montaña de papel de baño; el tétrico Jack no descansa, en el que descubrir cuánto se sabe de este asesino mientras no le atrapa la Policía; la opción familiar Toda una vida, donde hay que ayudar al protagonista a rememorar toda su vida con agradecimiento a todos sus seres queridos; o incluso uno de temática especial: Castellers confinats.

La opinión del jugador

¿Pero la experiencia personal de un juego tan social y activo es similar realizándola in situ que virtualmente? Durante el confinamiento el joven tarraconense Gerard Sarlé ha realizado 3 escape rooms online, ya que antes del coronavirus le enganchó «por la tensión de tener la visión permanente de la cuenta atrás del reloj y, a la vez, por la emoción de ir acertando las pistas y superando pruebas. A quien le gusta la competición, lo disfruta. Además, es un trabajo en equipo. Aunque los virtuales también los hice en grupo comunicándonos a través de llamadas, es muy diferente porque no los tienes allí contigo», relata.

Para Sarlé, la experiencia no fue lo que esperaba, «seguramente por el hecho de haber jugado ya físicamente. Los de formato online no me atraparon tanto, quizá porque la diferencia principal es el tiempo: suelen durar una hora y en el primero que realizamos virtualmente, nos pasamos una tarde. También se suma el hecho que no estás en un sitio donde puedes moverte y removiendo cosas para encontrar pistas» explica. «No sé si haré más, pero casi preferiría esperarme a que haya un cupón para realizarlo físicamente», concluye.

Solidaridad en plena crisis

No obstante también hay escapes rooms que ofrecen otras interesantes opciones. Es el caso de FixTheHistory, cuyos juegos se centran en la historia y los viajes en el tiempo. Creado por David Vallès en Tarragona el 2016, además del reto en su local, que consiste en viajar a 1934 y recuperar el diario del profesor Anselm Ferrer, también se dedican a la elaboración de proyectos gamificados a medida, donde unen la divulgación con el juego y escape rooms al aire libre, como los conocidos Operació Mont-roig y Moros a la Costa. 

La propuesta de FixTheHistory es el cupón solidario. En palabras de Vallès, «el cupón funciona como los cupones de regalo que tenemos a la venta habitualmente. Al comprarlo, por 60 €, genera un código que permite reservar una sesión de hasta 6 personas. Normalmente tiene una caducidad de 6 meses», explica. «En el caso del cupón solidario no hay fecha de caducidad y se podrán intercambiar una vez volvamos a estar abiertos. Además, el 15% del precio lo destinaremos en la investigación del Covid-19, haciendo una donación a la iniciativa #JoEmCorono dels doctors Bonaventura Clotet i Oriol Mitjà, vinculados a las fundaciones Lucha Contra el Sida, Hospital Universitari Trias i Pujol e IrsiCaixa», asegura.

Así que no pierden de vista su sentimiento solidario, aunque la actual situación les angustia por la posibilidad de perder su medio de subsistencia. Y es que esta crisis les está afectando como a muchos negocios del sector del ocio y el turismo: «Si no hay actividad, no hay liquidez. Estamos viviendo de ahorros, recortes y del constante estudio y tramitación de las ayudas del Gobierno y la Generalitat. Además, hay que pensar en que la situación no se normalizará luego que pase el estado de alarma y el confinamiento. La gente tendrá que salir de nuevo, ganar confianza y tener dinero. Será una recuperación lenta y una auténtica prueba de estrés», indica Vallès.

En FixtheHistory creen que será un golpe duro para el sector. «Veremos qué salas podremos aguantar la situación y cuáles no. Se tienen que afrontar muchos gastos y no está claro cuando empezaremos a trabajar de manera efectiva», concluye Vallès.