Esquerra echa el resto por Castillo

El ‘2’ o el ‘4’ ERC negocia el fichaje del exsocialista, que pide tiempo y que también tiene previsto reunirse con Podem

16 noviembre 2020 20:40 | Actualizado a 17 noviembre 2020 06:59
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Cuando el río suena, es que agua lleva. Y si, además, un partido político envía una nota de prensa en la que reconoce «intercambiar impresiones» con un exdiputado que acaba de dejar su formación de toda la vida, blanco y en botella. No tengan duda, la operación está avanzada y cerca de llegar a buen puerto, pese a que se trate de un no independentista y de una formación independentista.

Pocas veces –realmente, muy pocas– una formación del tamaño de Esquerra envía un comunicado, con fotografía incluida, en el que reconoce haber mantenido una «reunión de trabajo» con una persona ajena a la formación de la que hace semanas que se especula como una nueva incorporación. Las coincidencias raramente existen. Y menos en política, donde todo se estudia al milímetro.

Este es el caso de ERC y el exsocialista Carles Castillo, que la pasada semana iniciaron los contactos «formales» para abordar una posible incorporación del exedil y exdiputado del PSC a la candidatura republicana de cara a las elecciones del próximo 14 de febrero, que en esta ocasión será liderada por la periodista Raquel Sans, en detrimento del delegado del Govern, el vallense Òscar Peris.

El antecedente: Teresa Pallarès

Pese a que Castillo ha reconocido en reiteradas ocasiones–y sigue haciéndolo– que no es independentista, los republicanos han decidido echar el resto para fichar al que fuera edil durante 12 años de Josep Fèlix Ballesteros en el Ayuntamiento de Tarragona, del que salió en 2015 para irse al Parlament junto a Miquel Iceta.

ERC tiene claro que, viendo el desbarajuste de los exconvergentes y de Ciutadans, en esta ocasión tiene la ocasión histórica de ganar las elecciones y ostentar la presidencia de la Generalitat por primera vez desde la restauración de la democracia. Por ello, la apuesta republicana por ampliar la base cobra más fuerza y, de aquí, el interés por Castillo, quien fue militante del PSC durante 26 años hasta este pasado verano, y que mantiene una relación de amistad con el secretario general de Esquerra en el Camp de Tarragona, el diputado en el Congreso Jordi Salvador, así como con la diputada y candidata, Raquel Sans.

Por ello, la primera toma de contacto fue del máximo nivel orgánico del Camp de Tarragona. Asistieron la presidenta de federación, Irene Aragonès; la candidata Raquel Sans; y el alcalde Pau Ricomà. Según el comunicado de Esquerra, la reunión sirvió «para intercambiar impresiones sobre la situación política actual y las futuras elecciones al Parlament», y se emplazan a «celebrar nuevos encuentros para seguir acercando posiciones políticas». Cabe recordar que Castillo ha visitado a la cárcel a Carme Forcadell y a Oriol Junqueras.

Tras la reunión del sábado, el exsocialista ha pedido tiempo y pide ser el ‘2’ de la lista. Pero podría ser el ‘4’. Pese a ello, también tiene previsto reunirse con la coordinadora autonómica de Podem, Concha Abellán. Se trata, pues, de una de las operaciones políticas de mayor calado de los últimos años en la ciudad. Y atañe riesgos. ERC ficharía a un no independentista, y Castillo daría un salto vertiginoso, solo comparable al de Teresa Pallarès con Junts en 2017. En política nada es imposible.

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