Esteban Hernández: 'Los médicos somos un colectivo maltratado por la administración'

«No se nos valora». Muy crítico con la actual situación de su profesión, recibió una distinción de la Academia de Ciencias de la Salud Ramón y Cajal de Madrid por su labor en el ámbito de la salud

22 noviembre 2018 10:39 | Actualizado a 22 noviembre 2018 10:41
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El tarraconense Esteban Hernández Osma fue galardonado recientemente con la Medalla de oro al Mérito Sanitario por la Ilustre Academia de Ciencias de la Salud Ramón y Cajal, en el Ateneo de Madrid. El objetivo de este premio es reconocer el trabajo de todos aquellos profesionales e instituciones que hayan destacado en el ámbito de la salud en los últimos tiempos. La Academia de Ciencias tiene como objetivo organizar, promover, apoyar y tutelar eventos científicos y profesionales, además de valorar la labor de quienes tanto hacen por la salud.

¿Qué representa para usted recibir este premio?
Que valoren el trabajo diario que realizamos los médicos. Somos trabajadores que, día a día, tratamos a personas. Supone una valoración a nuestro trabajo diario, un trabajo que no está valorado actualmente aquí en Catalunya y en España.

Cuando supo que le daban el premio, ¿qué sintió?
Al principio sentí incredulidad. Soy una persona que trabaja cada día, y que la Ilustre Academia de Ciencias de la Salud Ramón y Cajal se acordara de mí fue una sensación de total incredulidad. Incluso les llamé y les pregunté cómo habían sabido de mi existencia. Me dijeron que varios pacientes y médicos de mi entorno me habían propuesto. Y ellos, tras una investigación profunda, me concedieron el premio.  

¿Por qué cree que se lo han dado?
Por mi trabajo diario y buscar la salud a los pacientes. Por intentar curar o sanar y mejorar la calidad de vida de los pacientes, del día a día. 

¿Por qué eligió cirugía vascular?
Cuando acabas la carrera, los médicos tenemos que hacer unos exámenes, que son una de las oposiciones más difíciles que hay en España, el MIR. Y dependiendo de la nota que saques puedes elegir la especialidad. En mi caso fue una nota bastante buena y decidí dedicarme a la cirugía vascular, sobre todo, por su amplitud y porque abarca muchos campos de la medicina. Abarcamos todo el cuerpo, todo el organismo.

¿En qué consiste exactamente su modalidad?
En tratar las enfermedades de los vasos sanguíneos: arterias, venas y vasos linfáticos. 

¿A qué edad supo que quería ejercer dicha especialidad?
Cuando acabe la carrera, en  1992.

¿Qué es lo más reconfortante de su trabajo?
Que te valore el trabajo el paciente, que seas reconocido por él. Eso es, sin lugar a dudas, lo más importante. Si el paciente no te lo reconoce, si no te viene a la consulta, si tú ves que al cabo del tiempo este deja de venir, sabes que aquí pasa algo. El reconocimiento te lo da día a día el paciente, que confía en ti, que vuelve.

¿Y lo peor?
El maltrato de la administración pública. No se nos valora. Únicamente somos números para ellos. Cada vez nos exigen más y las condiciones económicas son peores. Somos un colectivo maltratado.

¿Qué destacaría de su trayectoria?
(Piensa mucho) Todo, es todo. La trayectoria es el día a día, el trabajo del día a día.

¿Qué retos le depara el futuro de la cirugía vascular?
El tratamiento de estas enfermedades por vía no invasiva, sin necesidad de abrir la piel.

¿Estamos lejos?
No, pero el problema es el coste que supone. Los procedimientos son muy caros. Por ciencia no estamos lejos, al contrario. Es más que nada por los recursos económicos.

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