Europa denuncia las carencias de la estación del AVE de Tarragona

El informe del Tribunal de Cuentas puntúa con la peor nota la localización de este equipamiento y añade que no ha tenido ningún impacto en el desarrollo de este entorno

01 julio 2018 07:53 | Actualizado a 01 julio 2018 08:24
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El informe del Tribunal de Cuentas de la Unión Europea que se daba a conocer esta semana ha sido demoledor para la alta velocidad en España.

Afirma que las líneas existentes son caras y poco eficaces en sus conexiones. Además, denuncia los sobrecostes, los retrasos y que en la mayoría de casos los convoyes circulan a una velocidad muy por debajo de lo previsto.

Titulado ‘La red europea de trenes de alta velocidad. No una realidad sino un parche ineficaz’, el informe dedica un apartado a hablar de las estaciones. Entre éstas se incluye la estación del AVE Camp de Tarragona, que saca su peor nota en cuanto a la localización y el impacto en su entorno. 

El Tribunal de Cuentas ha analizado un total de dieciocho estaciones europeas entre las cuales se encuentran las de Camp de Tarragona, Guadalajara-Yebes, Segovia Guiomar, León, Santiago de Compostela y Vigo Urzáiz. El análisis se ha hecho en base a ocho parámetros.

 

El tamaño, los servicios, la localización, el transporte, la conectividad de la estación en cuanto a frecuencias, los servicios de transporte, el impacto en el entorno y la cifra de pasajeros son los elementos que se han tenido en consideración.

El Tribunal de Cuentas utiliza un formato similar al de un semáforo para valorar cada uno de los ocho puntos. En el caso de Camp de Tarragona, hay dos elementos que aparecen en rojo. El primero es que la estación se encuentra a más de quince kilómetros del centro urbano.

Mientras que en segundo lugar, Europa considera que la llegada del alta velocidad en esta zona no ha tenido ningún impacto en cuanto a desarrollo urbanístico. Para la consultoría encargada del estudio, las estaciones de alta velocidad deben ser fácilmente accesibles en múltiples modos de transporte, incluyendo caminando o en bicicleta, y ofrecer un sistema de transporte público eficiente, con plazas de párking a precios asequibles.

Escasos servicios

Tampoco aprueban los servicios disponibles en cuanto a información turística y restauración. Un aspecto que se ha valorado con un color ámbar, que es el mismo que se ha otorgado a las frecuencias de trenes y en cuanto a conexiones con las estaciones de autobús urbanas o el aeropuerto.

El único aspecto que merece un aprobado es la accesibilidad en transporte público. Aquí se valora que la estación está conectada con el servicio de autobús, taxis y tiene a disposición de los usuarios un aparcamiento.

Unos aspectos que son los que habitualmente generan más críticas entre los usuarios de la estación del AVE Camp de Tarragona, que prefieren dejar el coche en el campo antes que pagar el párking o que han denunciado que los horarios de los autobuses no coinciden con los de los trenes. 

La crítica desde el Tribunal de Cuentas europeo llega en un punto de inflexión para esta estación. Se puso en funcionamiento en diciembre de 2006, cuando se estrenó la conexión con Madrid. Dos años más tarde se completaba la línea y el AVE llegaba a Barcelona, aunque, por su ubicación, el servicio Avant de media distancia no ha tenido el éxito que ha vivido en  Lleida y Girona. 

Cuando está a punto de completarse la variante de la costa y el Corredor del Mediterrani se conectará con la línea Madrid-Barcelona, la estación de La Secuita-Perafort será el epicentro del nuevo mapa ferroviario del Camp de Tarragona. Mientras no exista la estación intermodal en el sur del aeropuerto, ésta canalizará buena parte de los servicios de media y larga distancia.

Se prevé un incremento  de los usuarios, lo que ha puesto de nuevo de manifiesto los déficits que aún no se han solventado. La Generalitat daba a conocer hace unos meses una reordenación del transporte público, para que los principales núcleos de población del Camp de Tarragona cuenten con un servicio más ágil y coordinado con los trenes. 

Más problemas de los previstos

Han pasado once años y no se ha conseguido resolver el problema del aparcamiento. El Ayuntamiento de La Secuita ha iniciado los trámites para habilitar una superficie low cost, con capacidad para 600 vehículos.

Aquí se ha encontrado con un Adif receloso que ha hecho que toda la tramitación esté costando más de lo que le hubiera gustado al alcalde, que prevé que hasta el año que viene el aparcamiento no podrá entrar en servicio.

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