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Puede que a estas alturas y 30 años después, el mundo no entienda, ni comprenda su humor y su forma de ver la vida desde los escenarios, pero los que aceptamos «pulpo, como animal de compañía» aceptamos también que Faemino y Cansado tienen un humor emocionante, que son cómicos necesarios, cargados de surrealismo y absurdeces y que ellos con sus chorreras y copa en mano, las han convertido en genialidades del maravilloso mundo del humor.
Don Carlos Faemino y Javier Cansado vuelven a Tarragona para dejarnos vivir en primera persona su nuevo show Quien tuvo, retuvo, que lleva en marcha desde 2017 y poner sobre el escenario del Palau Firal i de Congressos sus majestuosos gags a dos bandas y en los que nunca se toca la actualidad ni a sus personajes.
Los dos cómicos nacieron en Madrid, aunque ellos dicen que «eso es lo de menos y podríamos haber nacido en cualquier lado; total no nos entiende nadie» y trabajan juntos desde el 1980; o sea, muchos años compartiendo bares, terrazas, teatros, teatrillos, parques, calles y todo tipo de escenarios; porque, aunque ahora agotan las entradas de cualquier espectáculo allá por donde pasan, su primera actuación fue en el Retiro madrileño y con las “pesetas” que sacaron de ese improvisado show invitaron a su grupo de amigos a un restaurante chino.
Son la pareja de hecho más longeva del humorismo español, a la par con Los Morancos que estos se tienen que aguantar sí o sí porque les une ser hermanos. Faemino y Cansado hacen un humor difícil de definir, por eso no hay otros y siguen siendo únicos.
Sus habladurías sobre el escenario de ‘cosas’ de la vida, sin dar protagonismo a nada ni a nadie, son el eje central de cada espectáculo que gira por pueblos y ciudades de España, colgando siempre el cartel de “no hay entradas”. Cualquier espectáculo de Faemino y Cansado sigue vigente hoy, porque, como decíamos, nunca han usado la actualidad para hacer humor; eso sí, los buenos vinos que se han tomado a lo largo de vida les ha dado madurez para ser todavía más interesantes.
Llevan media vida pululando por los escenarios y aseguran que «cuando empezamos teníamos dificultades por recurrir siempre a cosas inusuales, pero poco a poco, esa rareza se ha convertido en una virtud y nuestro público nunca nos ha abandonado y por lo que se refiere a nosotros nos hemos llevado siempre de lujo porque somos dos amigos de barrio, que después de muchas andanzas, nos hemos dedicado al humor».
Los humoristas nacidos en el barrio madrileño de Carabanchel hablan del último espectáculo Quien tuvo, retuvo como el más divertido de su carrera y aunque todos se parezcan, nunca son iguales y siempre sorprenden al espectador. Cuenta Carlos Faemino que este show «lo creamos en una casa que tengo en un pueblecito de Soria donde durante 15 días nos dedicamos a crear porque al final creemos que el humor es algo que surge y que tras él no hay una labor intelectual o creativa. Además funcionamos de una manera muy simple: si un sKetch no gusta al público y no provoca la carcajada, lo quitamos y punto; así sin más».
Posiblemente el dúo saltó a la fama cuando empezó a salir por la llamada caja tonta. Empezaron con su clásico chiste del águila en el programa Desde Palma con amor para pasar también por Cajón Desastre; pero tal fue la popularidad y acogida por parte del público que Tve2 emitió una serie de 16 programas propios llamados El orgullo del Tercer Mundo que se grababan en la sala Galileo de Madrid. Y después de su experiencia televisiva decidieron que estaban mejor en el teatro porque todo es en vivo y en directo y han vuelto a la televisión en momentos muy puntuales.
Son ya muchos los shows que avalan a este genial dúo de Carabanchel que siempre luce como out fit una americana talla extra grande, otra con brillo, camisas con chorreras, el rojo y el azul como colores insignia y la clásica copa de coñac en la mano.
Para esto último espectáculo Quien tuvo, retuvo aseguran que “estamos mayores pero tenemos buena salud” y lo que seguro está garantizado son las risas del humor de Faemino y Cansado, que si algo dejan claro es que no hay otros iguales.
