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José Moreno Melero tenía 64 años y según algunas fuentes era vecino de Almería y estaba jubilado de Renfe. En la noche del viernes, Primero de Mayo, él estaba en la acera de la Rambla Vella, a la altura del local de juego Play Room. Al parecer quiso cruzar hasta la otra acera, en frente de la iglesia de Sant Agustí. No lo hizo por el paso de peatones cercano (está a pocos metros), sino que sorteó dos coches estacionados en el carril para llegar más rápido a la otra acera.
José Moreno no se percató que a su izquierda, procedente de la rotonda del Hotel Imperial Tarraco, venía una motocicleta de la marca Piaggio, cuyo conductor no pudo esquivar al peatón cuando salió de entre medio de los dos coches e impactó con él.
José Moreno fue despedido por el golpe con el vehículo y el motorista también se fue al suelo. El conductor, ileso, se preocupó de inmediato por el peatón, que rápidamente fue atendido por médicos del Hospital Santa Tecla. Fuentes del Servei d’Emergències Mèdiques (SEM) informaron que lo primero que se hizo, tras una observación rápida en la vía pública, fue estabilizarlo para llevarlo a las dependencias del hospital, a escasos metros del lugar del atropello.
Traslado necesario
Sin embargo, el impacto era más grave de lo esperado y tras una primera valoración se acordó un traslado en ambulancia hasta la UVI del Hospital Joan XXIII, donde llegó pasada la medianoche del viernes al sábado.
La Guàrdia Urbana fue quien asumió las diligencias del accidente. Fuentes policiales explicaron ayer que todavía se estaban realizando investigaciones y que no se querían dar más datos hasta concluir el informe. Todo indica, no obstante, que fue un error del peatón al cruzar por un lugar no señalizado.
José Moreno fue intervenido en el Hospital Joan XXIII con pronóstico reservado. Fuentes hospitalarias informaron ayer que el paciente falleció a media tarde de este domingo.
Cabe destacar que este es el primer atropello mortal de 2015. Fuentes de la Guardia Urbana explicaron hace escasos días en la Junta Local de Seguretat que en lo que va de año se habían contabilizado 23 en la ciudad, pero ninguno de ellos con final trágico.
