Falsos comerciales robaban a ancianas en Reus y Tarragona

El fiscal pide cinco años y medio para tres procesados por sustraer tarjetas y libretas de ahorro en un momento de descuido de las víctimas. Acudían a sus casas haciéndose pasar por trabajadores de Endesa. Hay 14 casos denunciados

05 junio 2018 19:48 | Actualizado a 06 junio 2018 08:54
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Dos hombres y una mujer se sentarán en el banquillo de acusados de uno de los cuatro Juzgados de lo Penal de Tarragona acusados de haber robado a 14 ancianas de Tarragona y Reus –entre agosto y noviembre de 2016– haciéndose pasar por empleados de Endesa. Los acusados, presuntamente, pedían un vaso de agua a las víctimas o las distraían, para aprovechar el momento para sustraerles las libretas bancarias y las tarjetas de crédito, que utilizaban posteriormente para extraer dinero.

El fiscal acusa a los procesados de los delitos continuado de estafas –tres años de prisión–, continuado de hurto –un año y medio de cárcel– y pertenencia a grupo criminal –un año–. En concepto de responsabilidad civil se pide el pago de más de 30.000 euros a las víctimas. Los acusados son dos hombres de 25 y 24 años y una mujer de 32. Con anterioridad al mes de agosto de 2016 los tres trabajaban en una empresa subcontratada por Endesa y destinada a la fidelización de clientes. Para su trabajo disponían de una tablet que permitía el acceso a la base de datos de clientes de Endesa.

Aprovechando dicha circunstancia y con ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito, los acusados  efectuaron una selección de personas, todas ellas mujeres que vivían solas, con edades comprendidas entre los 61 y los 88 años. Los acusados, simulando ser trabajadores de Endesa, efectuaban una llamada telefónica para concertar una visita a fin de ofrecerles bonificaciones en sus facturas.

Una vez en el domicilio de las víctimas, les solicitaban los datos bancarios y las facturas de suministro eléctrico, así como las claves de utilización de las tarjetas y las libretas bancarias, con el supuesto objetivo de realizarles el abono de dicha bonificación en sus respectivas cuentas.

El vaso de agua

Los acusados, una vez obtenidos estos datos, solicitaban a dichas personas que les dieran un vaso de agua. Aprovechaban dicho momento para apoderarse de las tarjetas y de las libretas y abandonar el domicilio. Posteriormente realizaban reintegros de dinero en cajeros automáticos y compras en distintos establecimientos. Aunque en algunos casos no lograron obtener dinero alguno, en otros consiguieron importes importantes –bien en efectivo o en compras– por importes de 7.506 euros, 9.313 ó 5.984.

Cuando fueron detenidos, los Mossos d’Esquadra indicaron que había nueve casos. Sin embargo, con posterioridad se llegaron a contabilizar hasta 14 denuncias. Tras pasar a disposición judicial, los tres ingresaron en prisión.

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