Figueras: 'Los políticos deben ponerse las pilas porque la universidad pública no puede esperar más'

La rectora de la URV alerta que no puede contratar personal y que la producción científica caerá por la baja financiación. Los alumnos tienen que pagar más para compensar la caída de ingresos

08 octubre 2019 18:50 | Actualizado a 08 octubre 2019 18:53
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«Las universidades públicas catalanas estamos en una situación crítica. Lo hemos advertido por activa y por pasiva. No podemos hacer obras necesarias. El presupuesto de personal se ha encarecido y los ingresos se han congelado», lamentaba ayer la rectora de la URV, María José Figueras.

Figueras fue la encargada de leer ayer un contundente manifiesto en nombre de los rectores y rectoras de las ocho universidades públicas de Catalunya: la propia URV, la Autònoma, la Universitat de Barcelona, la Politècnica de Catalunya, la Pompeu Fabra, la de Girona, la de Lleida y la Universitat Oberta de Catalunya.

La comunidad universitaria se reunió en un acto en el paraninfo de la Universitat de Barcelona para decir ¡basta ya! a la falta de financiación por parte de la Generalitat. La progresiva reducción de la dotación presupuestaria perjudica a las propias universidades pero también a los estudiantes, que ven incrementadas sus matrículas. Las universidades incrementan el coste de las carreras para compensar la bajada de ingresos de la Generalitat.

Una sola cifra pone de manifiesto el problema. En 2009, la Generalitat dedicó 908 millones de euros a las universidades públicas catalanas. Ocho años después, en 2017, la cifra cayó a los 766 millones. Paralelamente los gastos corrientes han ido aumentando.

«Tenemos gente en situación interina desde hace años. Hay profesores acreditados como catedráticos, pero no podemos otorgar la plaza porque no tenemos fondos. No podemos contratar personal», explicó Figueras, antes de reivindicar «una mayor autonomía de las universidades, que nos dejen redistribuir los fondos.

Necesitaríamos renovar material de laboratorio, pero no tenemos las partidas presupuestarias para poder hacerlo. Si la Generalitat no actúa de inmediato entraremos en una crisis grave. El sistema se está colapsando. La caja ya no aguanta más. La producción científica bajará seguro».

Los responsables universitarios recordaron que ya en octubre de 2016 reclamaron una «acción inmediata de los poderes públicos para situar la política universitaria y de investigación entre las prioridades de la Generalitat».

En estos tres años la situación no solo no ha mejorado sino que ha empeorado gravemente. «En algunos ámbitos la falta de acción pública ha empeorado las condiciones materiales y humanas de las universidades públicas y ponen en serio peligro el trabajo hecho en los últimos tres decenios. De hecho el sistema ya detecta una disminución de la producción científica», lamentan las universidades públicas catalanas.

La excusa del Govern para no paliar la infrafinanciación es la carencia de presupuestos. Figueras es contundente: «Llevamos dos años de reivindicaciones. Nos dicen ‘cuando se aprueben los presupuestos’. Pero son los políticos los que tienen que aprobarlos. Que hagan la acción política que tengan que hacer. No es culpa nuestra que no haya gobierno ni que no haya presupuestos. Se tienen que poner las pilas porque las necesidades de la universidad pública no pueden esperar. Que se pongan de acuerdo para que las universidades puedan disponer de los fondos que necesitan».

Más autonomía institucional

Para paliar la situación, las universidades presentaron ayer un decálogo de medidas, entre ellas «favorecer la autonomía institucional de las universidades públicas», que la Generalitat destine en 2020 a las universidades el mismo presupuesto que en 2010 (900 millones de euros) y que en 2022 llegue a los 1.300 millones y la renovación de las infraestructuras y equipamientos docentes con una inversión de 100 millones de euros anuales.

En todo caso, dada la inestabilidad política en España y Catalunya, ¿es el momento oportuno para pedir más dinero? La rectora de la URV lo tiene claro: «Parece que en este país nunca es el momento oportuno. Cuando otros sectores salen a la calle, sí que hay ayudas y nos parece perfecto. Ahora es el momento de las universidades».

«Hay gente de talento que ha elegido la URV, pero no les podemos ofrecer nada mientras otras universidades les ponen ofertas sobre la mesa. No podemos esperar a que se aprueben los presupuestos. Necesitamos ya una ayuda urgente», concluye Figueras.

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