‘Flashmob’ para salvar la antártida

Proclamando su voz en defensa del océano Antártico, ayer a la plaza Corsini acudieron miembros del grupo Greenpeace de Tarragona i Terres de l’Ebre. Manifestando la idea de crear un santuario en estas aguas protegiéndolas de la industria pesquera, lanzaron su petición recogiendo firmas de simpatizantes. La actividad empezó con un baile destinado a concienciar sobre la protección de los animales nórdicos. Disfrazados de pingüinos y con máscaras de cartón, los participantes –adultos, jóvenes estudiantes y niños– enviaron su noble mensaje. «El poquito de los muchos, hace grande nuestra defensa y lucha», declaró Alicia Escudero, coordinadora del grupo local, y añadió que «el océano Antártico es un delicado ecosistema que da alimento y refugio a especies únicas», como pingüinos, focas, ballenas y orcas. Las pocas personas en el lugar, escucharon sus palabras, dirigidas contra «la amenaza del cambio climático, que dificulta la supervivencia de las especies». En su declaración, destacó que «España, junto con los otros 23 miembros de la Comisión del océano Antártico, puede proteger estas aguas». Acentuó que el problema se ha agravado a causa de los enormes buques que extraen el pequeño crustáceo krill, la base de la vida marina.

Entre el escaso público, muchos exclamaron que estaban presentes por casualidad. «Habíamos ido de compras y nos paramos para verlo», decía la mayoría y luego iban a dejar su firma. También aportó su firma Antonio Catalán, de Teruel, quien estaba de visita en la ciudad, y comentó: «Debemos concienciarnos todos de que tenemos un objetivo común: salvar el medio ambiente». Otro hombre añadió: «Es el mismo ser humano que está matando los seres vivos. Parece que preferimos las guerras. Lástima que la gente como estos voluntarios sea tan poca». Las conclusiones se sacaban en apoyo de la iniciativa, la que a pesar del buen tiempo, no tuvo muchos espectadores. La gente opinaba que esta acción es muy positiva. Sin embargo, se debe promocionar mejor. Los transeúntes, entre los cuales muchos niños, entusiasmados, hacían fotos a los disfrazados voluntarios. Algunos se volteaban curiosos, otros se paraban y se quedaban aplaudiendo.

Los voluntarios recogieron 255 firmas. La iniciativa sigue abierta 
a través de la web

«Protege el Antártico», proclamaban las pancartas, con la palabra #pinguinday. En el mismo día, los voluntarios de Greenpeace de todo el mundo se anunciaron a favor de la protección de la vida que albergan las aguas antárticas. Entre sus 50 miembros aquí, se hallan personas con una variedad de profesiones: desde biólogos y químicos hasta informáticos, como es el caso de Xavi, quien ayer se encargó de inmortalizar los momentos con una cámara. «Lo importante es la conciencia», confesó.
Otro representante, conocido como el ecologista veterano en Tarragona, es Daniel Méndez. Lleva ya diez años ocupándose de esta labor. Empezó con el grupo barcelonés, y con el de Tarragona lleva cuatro años.  Siendo miembro del Consejo de Greenpeace en España, es uno de los entusiastas que dedica su actividad a promover los beneficios de una vida sana y ecológica. «Vivo en una ecofinca, con placas solares», reveló. Para este hombre, es cuestión de responsabilidad y enorme placer producir y alimentarse de productos ecológicos.

La culminación ayer fue la presentación del falso Donald Trump: a Jaume Almendros, agente inmobiliario, le tocó disfrazarse como el presidente estadounidense, y acompañado por una joven con disfraz de pingüino, animaba a los interesados a firmar la petición.               
Las 255 firmas conseguidas en cuatro horas, era la mitad de lo que esperaban los ecologistas de la provincia. No obstante, la iniciativa sigue abierta online todos los días, a través de la pagina de Greenpeace España https://es.greenpeace.org/es/que-puedes