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El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, no compareció delante de la prensa durante el día de ayer. Tan solo concedió algunas entrevistas a emisoras de radio en las que aseguró que en la ciudad tan solo se registraron «lesiones breves» y «contusiones».
Las valoraciones llegaron por parte de la portavoz del grupo municipal del PSC, Begoña Floria, quien denunció la existencia de «una campaña orquestada de desgaste del alcalde Ballesteros» por parte de algunas formaciones políticas. En este sentido, aseguró que la Guàrdia Urbana de Tarragona «hizo su trabajo, que es proteger los edificios municipales y reordenar el tráfico».
La edil socialista «desmintió categóricamente» cualquier otra acusación sobre el cuerpo de seguridad local y lo atribuye a este desgaste que se está buscando del alcalde.
La sexta teniente de alcaldía considera que «estuvimos al lado de la gente sin poner en riesgo la convivencia». Y, en este sentido, argumentó que varios representantes del grupo socialista, como el primer secretario, Santiago Castellà, y el concejal Pau Pérez estuvieron «recorriendo algunos de los locales de votación». Ballesteros por su parte se pronunció a través de las redes sociales y también con un comunicado que mandó pasadas las ocho de la noche.
Floria insistió en que hubo un uso «desmesurado y desproporcionado de la violencia que es inadmisible» y lamentó que en estos momentos la situación que se está viviendo en el país es de «parálisis».
