Fomento asume el mantenimiento de la AP-7 en vistas a su gratuidad

A partir del próximo 1 de enero se levantará la barrera de peaje en el tramo de autopista desde Salou hasta Alicante. Será la primera vía catalana en la que los conductores dejarán de pagar por su utilización

02 agosto 2019 06:50 | Actualizado a 02 agosto 2019 07:40
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Estamos ante una situación nueva. Dentro de 152 días expira el contrato de la AP-7 en el tramo desde Salou a Alicante, la primera autopista en Catalunya en la que desaparecerán las barreras y que sentará un modelo de cara a los próximos años, cuando otras concesiones también llegarán a su vencimiento. Desde el Ministerio de Fomento se ha asegurado en diversas ocasiones que no va a renovarse el contrato que gestiona Aumar (del Grupo Abertis). Tal y como se hizo en diciembre con la AP-1 entre Burgos y Armañón, el día 1 de enero del próximo año deben eliminarse las casetas de pago y los vehículos podrán circular libremente.

De hecho, el Ministerio de Fomento ya se está preparando para este momento. Según ha podido saber el Diari, si no hay un imprevisto en el último momento, el Consejo de Ministros que se celebrará durante la mañana de hoy dará luz verde a la licitación de cuatro contratos para la ejecución de diversas operaciones de conservación y explotación en esta autopista. Una medida que constituye toda una declaración de intenciones ya que significa que el Estado va a hacerse cargo de estos trabajos, que hasta el momento había llevado a cabo la empresa concesionaria.

Casi 130 millones de inversión

El departamento que dirige el ministro en funciones José Luis Ábalos apunta que las medidas que suponen estos contratos entrarán en vigor «a partir de la reversión al Estado de la gestión de este tramo de autopista», es decir, el próximo 1 de enero de 2020. El valor estimado asciende a un total de 129,17 millones de euros, de los cuales 29,83 millones corresponden al mantenimiento del tramo de autopista que discurre por las comarcas tarraconenses. El resto irá para el trazado desde Castelló a Alicante.

La inversión hace referencia al contrato de servicios para operaciones de conservación y explotación en la Red de Carreteras del Estado y tiene el objetivo de realizar los trabajos de servicios de comunicaciones, servicios de vigilancia, atención a accidentes, mantenimiento de los elementos de la carretera, mantenimiento de las instalaciones de suministro de energía eléctrica, alumbrado, señalización y semaforización.

Además, se incluyen las labores de establecimiento de inventarios y reconocimientos de estado de la carretera, programación, coordinación, seguimiento e información de la ejecución de los trabajos, actuaciones de apoyo a la explotación, estudios de accidentalidad e informes de seguridad vial.

Asimismo, el Estado va a asumir los costes de los trabajos de desbroce, fresado y reposición del firme, limpieza de cunetas y, en general, todas las labores de conservación ordinaria de las vías a su cargo.

Fomento también ha asegurado que, con esta medida, asume la subrogación del personal que realiza estas labores de conservación actualmente en la autopista.

Con la licitación de este contrato, el Estado asumirá en un primer momento el mantenimiento de la actual autopista en el tramo sur, lo que deja entrever que a partir de 2021 –cuando acabe la concesión de la AP-7 hasta La Jonquera– debería pasar lo mismo. No obstante, esto supondrá un gasto adicional para las arcas públicas, una situación que hace que el debate sobre la implantación de una viñeta esté ahora mismo encima de la mesa. Desde la Generalitat de Catalunya se defiende esta opción como la más realista.

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