Galgos, los más abandonados

Veterinarios y ONGs colaboran para rehabilitar a unos animales que se rescatan con numerosos problemas

03 noviembre 2020 17:34 | Actualizado a 03 noviembre 2020 17:51
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Cada año se abandonan en España 50.000 galgos, una cifra que es solo una estimación. «Muchos galgueros tienen unos siete u ocho perros de caza y en febrero, cuando acaba la temporada, se deshacen de la mayoría. Pero no siempre se dicen las cifras correctas porque la caza, establecida como deporte, da mucho dinero, licencia, armas...». Son palabras de Rosa Martín, una de las responsable de Galgos 112 en la provincia de Tarragona. 

El Día Mundial de este animal se celebra el 1 de febrero, una fecha no escogida al azar, ya que precisamente es cuando se termina la temporada de caza. «Los perros que no quieren los sueltan. Entonces, las hembras entran en celo y en verano nos encontramos con las camadas. También con muchos animales atropellados. Las pobres bestias van a los pueblos a beber y a comer y las suelen echar porque están llenas de pulgas. Y de ahí van a las carreteras...», explica Rosa. 

Procedimiento
Galgos 112 recoge a lo largo del año una media de 250-300 perros en las veinte delegaciones, presentes en toda la península.

Galgos 112 es una ONG con una veintena de delegaciones repartidas por toda la península. Justamente en Tarragona carecen de sede física por lo que cuando llegan los galgos y podencos, normalmente en muy mal estado, deben quedarse en una casa de acogida de las quince de que disponen, hasta que se encuentre otro lugar más definitivo. La ONG tiene en Tarragona dos responsables, ocho personas que se encargan de la parte más logística y una veintena de miembros voluntarios. 

Atropellos, pero también enfermedades, desnutrición y muchas fracturas son algunos de los cuadros que presentan los galgos y podencos rescatados. «Realmente es un problema todo el año porque también se descartan y se abandonan cuando se fracturan algún hueso o no hacen la carrera que se espera de ellos», comenta Fàtima Ruiz, también responsable de la ONG en Tarragona.

«Vemos muchas traumatologías», corrobora Anna Martí, de AniCura Vetamic Clínica Veterinària, sita en Cambrils, en el polígono industrial Belianes. «Suelen ser perros que se han explotado en la caza y llegan con fracturas antiguas, con lesiones de hace mucho tiempo, mal curadas», sostiene la doctora. Junto a Jordi Cabré, ambos especialistas colaboran con Galgos 112. «Muy a menudo tenemos que operarlos», dice y apunta que «también suelen venir con enfermedades provocadas por parásitos como la filariosis, que se transmite por mosquitos y que da presencia de larvas y gusanos en la circulación sanguínea», ilustra Anna, veterinaria que intenta ajustar el precio de los tratamientos lo máximo posible a las ONG que trabajan con animales, «porque ellos hacen un gran esfuerzo».

Y es que la mayor parte de rehabilitaciones de galgos cuestan un dineral. Como expone Fàtima Ruiz, «nos encontramos de todo y una recuperación puede valer desde 300 euros, la más económica, hasta 4.000. Nosotros en Tarragona tenemos la gran suerte de contar con la implicación de las clínicas veterinarias». Y en este sentido cita, además de AniCura Vetamic, CV Les Borges centre veterinari o iVet Centre Veterinari, en Torredembarra.

«El coste de la adopción no cubre nunca el de la recuperación del animal», revela Fàtima, quienes cobran 235 euros por entregar el perro ya tratado. Por todo ello apela, sobre todo, a la «implicación de la ciudadanía que nos pasa los avisos» con el objetivo de que quien se encuentre al perro, lleve a cabo una primera acogida. 

La ONG Galgos 112 se nutre únicamente del dinero que recibe de sus socios. Y este año el escenario de la Covid-19 lo está haciendo especialmente difícil. «Hemos perdido  mucho dinero», dice Fàtima. «No hemos podido montar los stands en los que vendemos los collares especiales para ellos, los Martingale, camisetas, lotería de Navidad y agendas, entre otras cosas», cuenta Rosa Martí. 

Sin embargo, por encima de todo, Fàtima hace hincapié en el coste sentimental que conlleva todo el proceso. «Comporta rabia, frustración y miedo, todo un conjunto de emociones que no se pueden explicar» para finalmente sentir «alegría» al ver que se le puede dar otra oportunidad.

 

 

Uno de los casos
Alba, un viaje de Jaén a Tarragona

«Alba era piel y hueso, con unas diarreas y vómitos impresionantes. La rescataron en Jaén pero no supieron decirnos lo que padecía, así es que la subimos a Tarragona. Aunque nos costó mucho remontarla, finalmente, en Esparreguera, una hematóloga le diagnosticó que las causas de todos sus problemas era una bacteria en la sangre».

Rosa Martín, miembro de Galgos 112 en la provincia, cuenta el periplo de este animal, entre TAC, análisis, biopsias y otras pruebas. Como ella misma indica, «le hice de mamá de acogida y dentro de un mes, como mucho, estará a punto para buscarle una familia de adopción. Es una galga maravillosa». Como a muchos otros animales de su raza, a Alba, de cuatro años, la encontraron abandonada en la calle. «Se estaba muriendo», manifiesta Rosa, quien explica que en el sur de España las casas de acogida no abundan. «Para ellos no es un perro, es una herramienta de trabajo».

 

 

EL RINCÓN DEL ADOPTANTE.

P.A.S.O.S El Vendrell
La asociación fue creada en el año 2007 por un grupo de personas que queríamos ser «la voz de los sin voz», intentando con nuestra lucha liberar a todos los animales del municipio de la injusticia, maltrato, silencio y abandono. 

pasosvendrell@hotmail.com

pasosvendrell.wordpress.com

 

Cuatro pequeños gatitos que llegaron hata nosotros y que necesitan encontrar una familia para siempre. Estamos sacándolos adelante con biberón, ya que solo tendrán unos veinte días de vida.

Esta podenquita estaba sufriendo y en muy mal estado. Decidimos ir a buscarla y ayudarla. Le hicimos analíticas y se descartó leishmania y erliquia. Y  ha sido tratada de desnutrición y demás carencias. Pesa unos diez kilos.

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